Elecciones 2024
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Por fin iniciaron formalmente las campañas y lo hicieron de la peor forma posible, ignoradas y sin sustancia. El Viernes Santo, de asueto total y de fiesta para muchos, era la fecha en el calendario en la que los candidatos y candidata tenían para el arranque, y justamente por esa atipicidad generada por el santoral es que dos de ellos, el puntero López Obrador y el candidato del partido en el gobierno, José Antonio Meade, decidieron perder dos días y en realidad hicieron bien, porque los que iniciaron pasaron desapercibidos para la inmensa mayoría. Uno por uno vimos en los primeros tres días de campaña lo siguiente:

1.- Margarita Zavala, en una buena jugada, le gana el Ángel de la Independencia como punto de arranque al PAN; este lugar se había vuelto el símbolo de la lucha panista desde la huelga de hambre de Clouthier en 1988 y el festejo del triunfo de Fox el 2 de julio del 2000; pero en esta ocasión, al primer minuto del viernes 30 Margarita lo toma como símbolo de una candidatura independiente, en un acto sin mucho qué decir, más escenográfico que masivo, muchos atrás de ella y los medios frente a ella, pero lo importante era lo simbólico y su cambio de actitud donde ya se le vio arengando directamente contra todos, no sólo contra Anaya; le dedicó un buen segmento a López Obrador. En condiciones normales podría haber sido un buen acto de inicio, salvo que la fecha lo opacó. Como dato curioso, cuando ella inicia su acto, no era candidata aún, el INE no decidía si tenía el derecho a estar en la boleta, la sesión se había retrasado; así que para algunos, quisquillosos, fue un acto anticipado de campaña. Finalmente minutos después el INE decidió dejarla competir y que otras autoridades decidan si habrá pena por las irregularidades en sus formas.

2:.- Ricardo Anaya decidió hacer un evento “hackatón”, donde jóvenes se reúnen para en unas horas diseñar aplicaciones tecnológicas para resolver problemas reales; la cifra de asistentes puede cuestionarse, no era un evento masivo sino para enviar el mensaje de modernidad y de futuro, pero sólo eso, no hubo cambio de discurso del candidato ni sorpresas, sabía que no era el momento porque los ciudadanos estaban muy lejos de ponerle atención.

3.- José Antonio Meade inició en Yucatán hasta el domingo 1 de abril, tratando de generar nota para los medios el lunes, ¿por qué Yucatán? un estado priista, con uno de los gobernadores mejor evaluados del país y donde se juega una de las nueve gubernaturas, tal vez la única donde su partido vea la posibilidad de competencia real; pero el acto tampoco fue apoteótico ni nada parecido, un buen evento a secas pero aún sin un candidato emotivo; ha cambiado, es cierto, pero aún le falta más emoción en las palabras; sigue utilizando un discurso inteligente tal como es él, pero la campaña requiere más y eso aún no se le ve.

4.- Andrés Manuel López Obrador, ¿quién iba a decir que su campaña iniciaría en el norte? Cuando su fortaleza, cuando sus principales apoyos desde el 2006 están en el sur, decide echar toda la carne al asador en el norte. Inicia el domingo en Cd. Juárez argumentando, para quien le interese, que Juárez fue el mejor presidente de México (hubiera ido a Oaxaca pues); la realidad es otra, su estrategia es muy buena como ha sido desde hace meses, tiene detectado perfectamente que todos los estados que vivieron alternancia este sexenio, o que estuvieron a punto de vivirla, pasaron por un proceso de deterioro de las instituciones y rechazo a los partidos tradicionales; quienes ganaron no lo hicieron por sus propuestas, sino por el enojo ciudadano, y esos ciudadanos continúan enojados, así que el potencial de apoyos que puede traerse de ahí es grande. Así inició en Chihuahua donde votaron en contra de su gobernador; pero irá después a estados en condiciones similares como Nuevo León, Tamaulipas y Durango, e incluso Coahuila, que vivió una elección competida, su discurso no desmerece lo que ya sabemos, es decir, no cambió mucho, a pesar de sentirse ganador, no eleva el nivel del mensaje al de estadista, ese tal vez lo guarda, pero por lo pronto mantuvo propuestas terrenales como revisar los contratos del aeropuerto, no vivir en Los Pinos y asuntos que el ciudadano entiende más fácil.

Para quien dudaba cuál iba a ser el tema de la elección, los cuatro coincidieron en dos cosas: No hablaron directamente de la inseguridad o de cómo combatirla, y todos hablaron de castigar y de acabar con la corrupción. ¿hay duda? todos midieron lo mismo, todos saben que el ciudadano está indignado con los niveles de impunidad, ahora el asunto es a quién le creerán que la castigará, porque todos los discursos parecen iguales en este tema.