Elecciones 2024
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Desde el primer día de su contundente triunfo electoral, el populismo demostró sin ambages su intención de perpetuarse en el poder, controlando todas las instituciones del país, y desde sus inicios instauró la censura como política de Estado

A pesar de tener las reservas de petróleo más grandes del planeta, y de gobernar muchos años con el barril a 110 dólares, el populismo fracasó estrepitosamente como modelo de gobierno y de redistribución de la renta.

Hoy, la mayoría de la gente está del lado del descontento y del anhelo de cambio. Sin embargo, carece de respuestas, sigue ausente la capacidad de amalgamar esa mayoría ciudadana, brilla por su ausencia una estrategia unitaria con objetivos claros.

Todo esto se lee en el mejor libro escrito en español sobre el desastre del populismo en el poder, escrito por el periodista venezolano Andrés Cañizález: 20 años de censura en Venezuela 1999-2018, editorial Alfa. Cuesta 11 dólares en Amazon.

Andrés, de Barquisimeto, sí sabe: se formó como periodista en la Cuba del desastre sociopolítico, económico y existencial de los 90. Es doctor en comunicación por la Universidad Simón Bolívar de Caracas.

En este libro muestra cómo los gobernantes populistas ejercen su mandato para dominar todo, pero con profundo temor a la crítica, y reseña el largo historial de ataques a la libertad de información y expresión en Venezuela desde que Chávez subió al poder en 1999.

¿Cómo hizo Chávez? Así:

–Cierre directo de medios

–Asfixia a la prensa mediante el monopolio estatal en la importación de papel

–Violencia contra periodistas

–Censura indirecta que obliga a los medios a correr a determinados comunicadores bajo la amenaza de sanciones

–Uso del sistema judicial para presionar y torcer líneas editoriales

–En 2009 cerró 32 emisoras de radio y TV, diciendo: “Hoy chillan porque estamos democratizando los medios y asegurando la libertad de expresión”

–Venta de medios a capitales opacos o testaferros del gobierno

La conclusión de Andrés es de espanto: Cuando impera la censura, nadie se salva, nadie es libre.

Es el valor de este libro: nos enseña que ese misterioso “taller de Dios” (como llamó Goethe a la historia) nos ha puesto de testigos del retorno de las dictaduras, algo que ya veíamos cual huesos de dinosaurios en museos.

Porque el chavismo llegó al poder por vía electoral en 1999 con la promesa de enterrar la corrupción, la pobreza y dar el poder al pueblo bueno, pero Venezuela es hoy el país más pobre y corrupto del continente, y el gobierno es unipersonal desde 1999.

Al leer a Andrés sabemos que es cierto: el populismo alimenta a diario lo que Stefan Zweig describía como…

Esos instantes “dramáticamente preñados de fatalidad”.