Elecciones 2024
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En su último día como presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores, Manuel Velasco Coello lució un traje y por la mañana, recibió al presidente electo, en la plenaria de los gobernadores en la Ciudad de México. Y apenas cinco horas después, en Tuxtla Gutiérrez, nuevamente será anfitrión de Andrés Manuel López Obrador. Ambos, de guayabera, encabezan la inauguración de la consulta educativa.

Antes, por la mañana, AMLO acudió a la plenaria de la Conago acompañado por sus colaboradores más cercanos: Olga Sánchez Cordero, Irma Eréndira Sandoval, Alfonso Romo, César Yáñez, Manuel Bartlett… medio centenar de asientos, en la mesa cuadrada, a la que se sumaron los gobernadores electos el pasado 1 de julio, a excepción de la poblana Martha Ericka Alonso. El desayuno transcurrió sin aspavientos, aunque fue breve. El presidente electo estuvo atento al anuncio sobre el TLC y al mediodía se trasladó al AICM. Quizá hubiera podido dar ride al mandatario de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, quien tomó un trasatlántico para alcanzar mañana a la audiencia que le concederá el papa Francisco, en Roma. Y de allí, a preparar el mensaje que ofrecerá con motivo de su segundo informe de gobierno, el próximo sábado 8 de septiembre del 2018, en el Centro de Convenciones de Chetumal.

Dentro de 72 horas, Velasco Coello dejará la investidura —a tres meses de concluir su sexenio— para ocupar un escaño en el Senado de la República. Y mientras espera al próximo presidente, recorre el campus de la UACH. El recinto donde sesionarán los ponentes está ocupado por un contingente de maestros de la Coordinadora, que en otra época habrían interpelado al Güero. Sus dirigentes se habían comprometido con los organizadores del foro para mantener el orden. Y cumplirán, aunque a su modo.

A las 17:31 horas —una hora después de lo programado—, el maestro de ceremonias anuncia la entrada del presidente electo y su comitiva, entre quienes destacan el gobernador electo Rutilio Escandón y el coordinador de política y gobierno de la oficina de AMLO, César Yáñez-Centeno. Y comienzan los coros de la CNTE. “Va-a-caer-, va-a-caer, la reforma… Ya cayó, cayó. La reforma ya cayó”.

Velasco Coello abre los foros y sin cortapisas reconoce la sensibilidad de AMLO, por acceder a un diálogo “franco y abierto” con el magisterio. Donde quiera que yo esté va a contar con mi apoyo y mi respaldo para lo que salga de estos foros”.

Enseguida, el todavía gobernador de Chiapas se queja de las medidas coercitivas aplicadas por la administración federal saliente. “Estamos convencidos de que el diálogo es lo necesario. No era mediante la fuerza, no era mediante una reforma punitiva sino es escuchando a los maestros, como lo está haciendo usted incluso antes de iniciar su gobierno, como se cambiará al sistema”.

Oficialmente hay 2 mil 386 asistentes en el recinto, de los cuales mil 583 inscribieron sus propuestas.

La primera de los ponentes es Violeta López Camacho, quien citará a Mafalda y propondrá consultar a los padres de familia y a las asociaciones de alumnos en la elaboración de los reglamentos escolares.

Enseguida, el maestro Pedro Gómez Bámaca, integrante del Movimiento Magisterial y Popular de Chiapas y secretario general de la Sección VII del SNTE, sin interrupciones ni reclamos tomó el micrófono durante 15 minutos para presentar ante AMLO un manifiesto a la nación por parte de la Coordinadora.

¿Sus exigencias? Desagraviar y rehabilitar la imagen de los trabajadores de la educación; liberar a los presos políticos de la CNTE; esclarecer los crímenes de lesa humanidad (Ayotzinapa, Tlatlaya), y castigar a los responsables de haber impuesto la mal llamada reforma educativa.

La disidencia del SNTE fue respetuosa de las autoridades civiles y sin matices reclamó al presidente electo por la exoneración de Elba Esther Gordillo. “A usted le toca limpiar la porquería que han dejado los gobiernos neoliberales”, expresó Gómez Bámaca al presidente electo, al que exigió restablecer la Mesa Única de diálogo con el magisterio.

A partir de allí, nadie se limitará a los tres minutos para presentar las propuestas. La niña Xóchitl Guadalupe Cruz Flores, estudiante de cuarto grado en la primaria Josefa Ortiz de Domínguez de San Cristóbal de las Casas y egresada del programa Adopte un Alumno, sufrirá dos amagos de interrupción (le cortan el sonido), pero los organizadores sufrirán los reclamos de la concurrencia.

La primera media hora del foro, con oradores designados. Después, la insaculación. Los afortunados fueron “cantados” por niños indígenas, en una tristísima repetición de los estereotipos de antaño. Apenas media docena de participantes, para después abrir espacio a los discursos del presidente electo y el propuesto secretario de Educación, quien emplazó a la revalorización del magisterio y a la construcción de la catedral del conocimiento, del aprendizaje y de la justicia.

Y el presidente electo tomó el micrófono para hablarle a sus paisanos chiapanecos y su humildad sin reservas, reiterar que cumplirá los compromisos de campaña. “Vamos a dar atención especial al sureste y a Chiapas, por el abandono que se ha sufrido por muchos años. Le vamos a dar preferencia a la gente pobre, a los más necesitados del apoyo de un gobierno democrático”, prometió.

AMLO refrendó su compromiso por una revisión de la reforma educativa, adelantó que será reformado el Artículo 3° constitucional para hacer universal la educación gratuita, accedió a las peticiones del CNTE —la excarcelación de los dirigentes sindicales, entre ellas— y prometió aumentos salariales por encima de la inflación… pero los emplazó a acabar con el ausentismo en las aulas.