Será el tiempo, ese fantasma cuyo andar deja huella y pone a cada uno en su lugar, quien decida el valor del legado de AMLO
El próximo martes los mexicanos estaremos estrenando presidenta, la primera en la historia de México. No sé si el próximo martes el presidente López Obrador, luego de entregar la banda presidencial en San Lázaro, viaje a (La Chingada) su finca en Palenque, Chiapas, o se quede en la Ciudad de México algunos días más. Tampoco sé si ese viaje lo hará en un avión privado proporcionado por algún empresario o, como lo hacen en Estados Unidos, viajará por última vez en un avión oficial.
De lo que sí estoy seguro es que el presidente López Obrador llevará en su equipaje un deseo que no fue y no será: ser un líder regional. ¿Qué le impidió serlo? Tengo algunas ideas que quiero compartir con ustedes amigos:
EL AISLAMIENTO
A lo largo de su gobierno, el presidente López Obrador dijo que la mejor política exterior era hacer una buena política interior. Con esa idea en mente AMLO no hizo viajes al exterior, se aisló de foros internacionales como el Foro Económico de Davos, las reuniones del G20 o la Asamblea General de la ONU y con ello, en buena medida, aisló a México del concierto internacional.
Ciertamente en todas las reuniones hubo presencia mexicana, pero queridos amigos en esa clase de foros no es lo mismo escuchar las opiniones del presidente de un país, que las de un representante, por muy canciller que fuera. Dice un dicho que “santo que no es visto no es venerado”, ¿cómo quería el presidente ser un líder si el mundo no lo conoce? “Que el mundo venga a mi, yo no tengo que ir al mundo”. pareció ser la frase que guió la relación del presidente con el mundo.
LA SOBERBIA
El presidente, al igual que en México, se negó a dialogar con quien no pensara como él, lo que lo llevó a meterse en líos con gobiernos latinoamericanos como el de Perú, Bolivia y Colombia (antes de la llegada de Petro a la Presidencia) y a poner en pausa, que no a romper, relaciones con España.
Pero quizá la principal causa de que el presidente López Obrador parta hacia su finca de Palenque con el deseo no cumplido de ser un líder mundial radique en que el mundo no lo quería como líder.
Un ejemplo de lo que digo lo encontramos en 2022, cuando decidió, en un ataque de soberbia, no acudir a la Cumbre de las Américas en Estados Unidos ya que al encuentro no habían sido invitados Nicaragua, Venezuela y Cuba. En sus comunicados sobre el tema, los gobiernos de Venezuela y Cuba sólo dedicaron al presidente López Obrador en dos líneas, casi al final, mientras que el de Nicaragua ni siquiera lo mencionó.
Pero más atrás, en 2019. Ese año el presidente mexicano movió cielo, mar y tierra para traer a México a Evo Morales, en calidad de asilado. Sin embargo, el expresidente boliviano se fue, sin decir adiós, en junio de ese año.
Será el tiempo, ese fantasma cuyo andar deja huella y pone a cada uno en su lugar, quien decida el valor del legado de AMLO.
EN EL TINTERO.
-En el INE comenzó el proceso de demolición del Poder Judicial Federal.
-A toda prisa siguen los preparativos para la toma de posesión de Claudia Sheinbaum. Me surge una duda : ¿Quién estará en la Tribuna de San Lázaro en representación del Poder Judicial?
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