Los voceros aliancistas insisten en que la brecha es de siete puntos, con una tendencia alcista
Sin encuestas que adviertan un escenario de alta competencia, el desánimo podría extenderse entre los operadores “en tierra” de la candidata aliancista a la gubernatura del Estado de México, Alejandra del Moral.
Y es que la estrategia ideada por el jalisciense Iván Silva Yanome ha sido implacable: la abanderada morenista, Delfina Gómez, arrancó requetebién, con una ventaja de 20 puntos.
A un mes de que concluyan las campañas, las polls of polls confirman el peor escenario para Va por México —para más detalle, ver la compilación de CEDE en Estado de México (cede.org.mx)—. La narrativa tricolor, empero, busca construir una épica similar a la que Alfredo del Mazo desplegó hace seis años.
¿Lo mismo, pero más barato? En 2017 —según esa versión de la historia—, la candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota, inició con una ventaja mayor a 10 puntos, seguida por la maestra Delfina y en tercer lugar, el exalcalde de Huixquilucan.
Del Mazo remontaría con el respaldo de un equipo lidereado por la ahora candidata —Del Moral era la presidenta del PRI mexiquense— . Algún tiempo, la maternidad de esa victoria fue reclamada por las consultoras Gisela Rubach y Alejandra Sota, pero ahora corre otra versión sobre esos hechos.
En efecto, Del Mazo fue cobijado por los peñistas, pero condujo su campaña con un equipo propio, integrado mayoritariamente por egresado del ITAM, que llevaban casi una década a su lado. Juan Millán, Elías Rescala, Guillermo Zamacona, Luis Limón, Alejandro Fernández y Rodrigo Jarque quedaron —formalmente— bajo las órdenes de Ernesto Nemer y Enrique Jacob, pero reportaban directamente al candidato.
La operación de tierra —decidieron entonces en Los Pinos— obedecería a los criterios del estratega andorri Jordi Segarra, mientras que la imagen y el discurso quedaría a cargo de la exvocera calderonista, por recomendación de Eruviel.
“Fuerte y con todo”, fue el slogan de la campaña delmacista. Y la tarjeta rosa, su principal promesa. Esas aportaciones —y el trabajo territorial de Gisela Rubach—fueron las principales aportaciones de Sota Mirafuentes, quien al año siguiente trabajaría en la campaña de José Antonio Meade Kuribreña.
En Toluca no quedó algún cercano a Sota. La imagen y el discurso del gobernador Del Mazo fue confiada a Paco Sarmiento, Jorge Pérez y José Alonso Ricky Arango, quienes junto con Xiuh Tenorio habían fundado la firma Polithinks en el 2014.
Arango, Pérez y Sarmiento están desde hace cinco años en la oficina del gobernador. Y desde hace medio año también participan en el war room de Ale del Moral, junto con el presidente estatal del PRI, Eric Sevilla; el coordinador de la campaña, Alejandro Osuna, y el exsecretario particular de Los Pinos, Edwin Lino.
En el diseño de la imagen y la propuesta aliancista participaron Roberto Trad y Pepe Baker. La coordinación del grupo está a cargo de Arango, quien en el 2018 tomó las riendas de Polithinks y enfiló sus baterías —sin mucho éxito— al mercado demoscópico.
Allí se incubó la narrativa desplegada por los voceros aliancistas: las encuestas las encuestas —cuyo financiamiento atribuyen a Morena— están manipuladas, carecen de confiabilidad e influyen negativamente en el proceso electoral.
Pero una rotunda mayoría de casas encuestadoras ha registrado otra historia. Los aliancistas acudieron ante las autoridades electorales para exigir el retiro —en periódicos digitales y redes sociales— de mediciones que los parámetros metodológicos y requisitos para la elaboración de encuestas… y que dan como segura ganadora a Delfina.
Una treintena de outlets mediáticos y demoscópicos debieron responder a los alegatos. Y la Sala Superior del Tribunal Electoral, ante la falta de exhaustividad de las instancias previas, ordenó al TEEM determinar si cinco firmas –previamente sancionadas—incumplieron con la metodología y los criterios vigentes.
Los voceros aliancistas insisten en que la brecha es de siete puntos, con una tendencia alcista.