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La elección de 2018 esconde el mayor engaño que un presidente y su opositor hayan fraguado juntos, vendiéndoles a los mexicanos la finta de que eran adversarios electorales cuando, en realidad, eran cómplices: uno, López Obrador en busca del poder y el otro, Peña Nieto, en busca de impunidad.

Los dos consiguieron lo que buscaban, a costas de México y de su joven democracia.

López Obrador hizo su oferta de complicidad en un discurso de campaña en Tamaulipas. Dijo:

“Yo no voy a perseguir a nadie, lo he dicho, porque no es mi fuerte la venganza. Yo quiero que haya justicia y voy a acabar con la corrupción y voy a acabar con la impunidad, pero no voy a perseguir a nadie, no voy a utilizar el gobierno para ninguna persecución”. (El Universal, 26/2/2018 ).

Peña debió entender que en este caso “Nadie”, era sobre todo él; que el profeta de los principios incendiados le proponía un pacto de políticos sin principios, el cual podía traducirse así:

“Si llego a la Presidencia, no te perseguiré. A cambio, tu ayuda a mi llegada a la Presidencia”.

Sabemos ahora que el pacto se cumplió. Sabemos que Peña intervino desde el gobierno para facilitar la victoria de López Obrador y que López Obrador hizo todo menos perseguir a Peña.

La maniobra tuvo cinco tiempos:

1. Peña le inventó un delito a Ricardo Anaya, para frenar su paso como segundo candidato opositor. En febrero, Anaya se había acercado a diez puntos de López Obrador, estaba en 30%. El ataque del gobierno lo frenó y lo regresó a 23%.

2. El día de la elección, distintos gobernadores peñistas indujeron o dejaron ir el voto priista en sus estados a favor de López Obrador.

3. Ganada la elección, sin que chistara el PRI, la coalición obradorista se adueñó de una mayoría de casi dos tercios en la Cámara de Diputados, cuando sus votos apenas daban para la mitad.

4. Peña desapareció del escenario al día siguiente de la elección, dejando a López Obrador como presidente de facto.

5. Peña ha gozado de cabal impunidad durante el gobierno de López Obrador.

(Recupero aquí puntos de mi ensayo “El otoño del presidente”, mayo de 2022, que puede leerse completo en aguilarcamin.com).