Minuto a Minuto

Deportes Los Eagles destrozan 22-10 a los Packers
Los Eagles habían comenzado la temporada el pasado septiembre con una victoria en tierras brasileñas contra los Packers y la reeditaron este domingo en su casa
Deportes Toluca lidera el Clausura después de la primera jornada
Toluca lidera la tabla de posiciones por mejor diferencia de goles que Tigres UANL, Pumas UNAM, Guadalajara y América, los otros ganadores de la fecha uno
Internacional Zelenski ofrece a Pionyang intercambiar los soldados norcoreanos capturados por ucranianos
Zelenski señaló que "podría haber otras opciones disponibles" para los soldados norcoreanos capturados que no deseen retornar a su país de origen
Nacional Notarios participan en seminario de actualización fiscal
Frente a más de 2 mil 800 asistentes se discutieron temas de interés, capacitación y preparación para el ejercicio de las funciones del notariado mexicano
Nacional Nombran concejo municipal en Frontera Comalapa tras detención de alcalde
El ahora exalcalde del municipio Frontera Comalapa fue detenido el pasado 5 de enero acusado de vínculos con el crimen organizado, desaparición forzada de personas y corrupción

Conforme se acerca el final de este gobierno, desaparecen del discurso presidencial las grandes esperanzas, las grandes causas, los mantras de la República amorosa o del humanismo transformador.

El discurso del presidente López Obrador es cada vez más pura batalla política, pleito de callejón, prédica callejera, obsesión sucesoria, sesiones de golpes adelantados rumbo al ring electoral.

El Presidente quiere ganar las elecciones que vienen a como dé lugar, imponiendo en su campo primero a quien él quiera, e imponerle después su elección al país.

La causa es cada día más cruda, más desnuda, más despojada de promesa o grandeza. También de hipocresía: lo que ves es lo que hay.

El Presidente es cada vez más un agitador primario, porrista de su causa, estratega de su capricho, siendo su causa, cada día más, el contorno simple de su capricho.

Ha convencido al país de que hará lo que sea necesario para que Morena gane la elección presidencial de 2024.

Ya es un lugar común entre muchos empeñosos lectores de sus propósitos que si Morena pierde, el Presidente no aceptará los resultados. Declarará fraudulenta la elección, como ha declarado todas en las que no ganó.

La cábala termina, crudamente, en la certeza de que el Presidente no entregará el poder si se lo ganan en las urnas. Y no lo hará, cueste lo que cueste, incluso si tiene que interrumpir el orden constitucional.

No he encontrado a nadie que me pueda describir, paso a paso, cómo podría hacer el Presidente todo eso si pierde las elecciones.

Pero el discurso que baja de Palacio fortalece esas percepciones, quizá porque el Presidente quiere fortalecerlas para amedrentar antes de la pelea.

El hecho es que en el discurso presidencial desaparece cada día todo rasgo de institucionalidad y moderación; por momentos, todo rasgo de humanidad.

Todo en ese discurso es destemplanza, bravata, burla, estigmatización, mentiras dichas sin parpadear, la verbalización de una batalla sorda, sin cuartel ni principios por el poder.

El discurso presidencial dibuja un horizonte de final de gobierno con tormentas sin fin, un desenlace pedregoso, como adjetivó García Márquez el malestar estomacal de Bolívar en sus últimos días.