Minuto a Minuto

Economía y Finanzas EE.UU. acusará de fraude a Boeing y le ofrecerá un acuerdo de culpabilidad para evitar que vaya a juicio
Boeing tiene hasta finales de esta semana para decidir si acepta el acuerdo elaborado por el Departamento de Justicia en relación con dos accidentes aéreos
Nacional Activistas y migrantes marchan por el orgullo LGBT en Chiapas
Esta es la quinta edición del también llamado ‘Pride’ en Tapachula, en Chiapas, y concluyó con una concentración en el parque local ‘Miguel Hidalgo’
Internacional Demócratas discuten “seriamente” el futuro de Biden, revela legislador
Joe Biden aún no ha sido nominado oficialmente como candidato del partido Demócrata para las elecciones de noviembre, por lo que en teoría aún estaría a tiempo de retirarse voluntariamente y dejar que el partido elija otro candidato
Deportes América derrota a Tigres y gana la Supercopa de la Liga MX
Tigres luchó, pero no pudo empatar, lo cual confirmó a las Águilas como el mejor equipo de México, monarca del torneo Apertura 2023, del Clausura 2024, y este domingo de la Supercopa
Nacional Alertan por la formación de la depresión tropical ‘Tres’ frente a Veracruz
La Coordinación Nacional de Protección Civil llamó a los habitantes de Veracruz a tomar precauciones e identificar el refugio temporal que tengan más cercano y una ruta para llegar rápido

Del sainete político neolonés no quiero comentar el desorden sino que se ordenó. No quiero hablar de los políticos querellados, empezando por el gobernador Samuel García, sino del factor que despejó sus querellas.

Ese factor fue La Ley.

Se ha dicho, para denunciar delitos o irresponsabilidades del gobierno: “Fue El Estado”.

Podemos decir hoy de Nuevo León, con un toque optimista hacia el futuro: “Fue La Ley”.

Fue La Ley la que puso orden en el tiradero que se traen los políticos neoloneses.

Los hechos son estos:

Un gobernador en funciones pidió licencia por seis meses porque quería hacer campaña como candidato presidencial. Pero quería también que el Congreso le nombrara un gobernador interino afín, de modo que, cuando perdiera la contienda presidencial, pudiera volver tranquilo a su sillón de gobernador.

El Congreso, donde la mayoría es de la oposición al gobernador y también juega en la carrera presidencial, le nombró un interino adverso.

Cuando vio al interino nombrado por el Congreso, el gobernador, ya con licencia, se olvidó de la candidatura presidencial y quiso volver a la gubernatura.

Pero ya no tenía ese puesto, ya era un gobernador con licencia. Actuó, sin embargo, como si gobernara todavía, tomó decisiones locas, nombró sustituto a su secretario de Gobierno y aceptó una especie de asalto de sus partidarios al Congreso para que éste revocara su nombramiento.

Por un momento hubo en Nuevo León tres gobernadores.

Quien ordenó ese trivial y magnífico desorden fue la Suprema Corte, con un dictamen seco que le dio la razón al Congreso local y a su gobernador interino nombrado.

¿Por qué? Porque así lo decían las leyes de México y de Nuevo León. Porque eso dice La Ley.

Ayer, lunes, el gobernador con licencia, Samuel García, ciñéndose finalmente a las formas de la ley, pidió al Congreso que revocara su licencia y le devolviera el puesto. El Congreso recibió su petición y el mismo día le devolvió lo que pedía, porque era su derecho.

Fue La Ley, esa de cuya existencia se burla el Presidente, la que arregló la querella de Nuevo León. La misma Ley, decimos otros, cuyo seguimiento puede arreglar las querellas de nuestra República.