Nacho López fue uno de los fotógrafos que lograron capturar en imágenes la esencia de la Ciudad de México desde mediados de los 50
El próximo domingo termina la exposición “Nacho López. Fotógrafo de México” en el Museo del Palacio de Bellas Artes, por lo que vale la pena aprovechar estos días para no quedarse sin verla.
Nacho López fue uno de los fotógrafos que lograron capturar en imágenes la esencia de la Ciudad de México desde mediados de los 50, cuando la urbe crecía y se modificaba rápidamente.
La vida nocturna, las escuelas, las megaobras, el acoso sexual en las calles y la nota roja son algunos de los temas del trabajo de este fotoperiodista que difundía sus imágenes a través de legendarias publicaciones, como la revista Siempre.
La exposición ocupa varias salas de Bellas Artes; las primeras, que están situadas en la Planta Baja del recinto, muestran sus trabajos periodísticos más importantes, mientras que las del segundo piso están dedicadas a otras de sus facetas.
Una de ellas es la de cineasta que, a pesar de no ser su mayor habilidad, resulta interesante apreciar su obra, especialmente en lo que logró dentro de la fotografía para el cine. Otra de las pasiones de Nacho López era retratar indígenas, y una de las salas se dedica exclusivamente a mostrar su producción sobre ese tema.
Retratar la danza también era un punto interés para este fotógrafo, que nació en Tamaulipas en 1923 y murió en la Ciudad de México en 1986, por lo que también hay una zona dedicada a esa temática.
Como buen fotógrafo, Nacho López también experimentó con la imagen y, aunque en realidad tampoco fue uno de sus fuertes, vale la pena recorrer la sala dedicada a este trabajo.
Es interesante ver algunos de sus objetos personales, como sus tarjetas de presentación o sus cámaras, para darse una idea de cómo se llevaba a cabo la fotografía en aquellos tiempos donde había que revelar negativos y jugar con las luces y las sombras en blanco y negro.
La muestra termina el 10 de julio y está abierta de 10:00 a 18:00 h; la entrada general cuesta 60 pesos y es gratuita para menores de 13 años y mayores de 60, además de estudiantes y maestros. No vale la pena pagar el derecho para cámaras (cuesta 30 pesos) porque solo se permite tomar fotos en una sala. El domingo, la entrada es libre.
Por Carlos Tomasini (@carlostomasini)