Las obras del arquitecto mexicano quedaron plasmadas en diferentes lugares del mundo, pero en la Ciudad de México hay tres grandes construcciones que se encuentran entre las más importantes del planeta
Uno de los arquitectos mexicanos más importantes de la historia fue Pedro Ramírez Vázquez, quien nació y murió un 16 de abril, pero de 1919 y 2013, respectivamente.
Su obra quedó plasmada en diferentes lugares del mundo, pero en la Ciudad de México hay tres grandes construcciones que se encuentran entre las más importantes del planeta en diversos ámbitos. Revisemos tres de ellas, a cinco años de su muerte.
Museo Nacional de Antropología
Durante varios años, México requirió de un museo que albergara las piezas más importantes de la cultura prehispánica, pero fue hasta el 17 de septiembre de 1964 cuando se inauguró el Museo de Antropología en el bosque de Chapultepec.
Ramírez Vázquez no quería hacer un museo tradicional de grandes pasillos y vitrinas, por lo que ideó una serie de salas dedicadas a diferentes culturas y momentos históricos de México que están comunicadas por un gran patio central con el fin de que el visitante tome un “descanso” entre cada sala durante su visita.
Asimismo, al centro del patio hay un gran techo sostenido sobre una gran columna al que quienes trabajan en el lugar le suelen llamar “paraguas”, y en efecto lo es, ya que se diseñó para que los visitantes no padecieran con las lluvias al pasar de sala en sala (a pesar de que esta área es una gran fuente).
A la entrada del museo, hay un amplio vestíbulo, una gran zona de aulas, un auditorio y otras áreas diseñadas por el arquitecto para que el museo fuera un verdadero centro educativo dedicado a la historia de México y no solamente un atractivo turístico.
Estadio Azteca
Uno de los recintos deportivos más importantes del mundo es el Estadio Azteca, en donde se han celebrado dos finales de Copa del Mundo, partidos de Juegos Olímpicos y hasta peleas de box y exhibiciones de autos, además de conciertos y una visita papal.
A finales de los años 50 y principios de los 60, el futbol empezaba a convertirse en el deporte más popular del país, y Emilio Azcárraga Milmo, fundador de lo que hoy es Televisa, vio una oportunidad de negocio que inició con la adquisición del equipo América.
Pero el empresario quería un recinto futbolístico de nivel internacional que también serviría para buscar la candidatura de la Copa del Mundo. Tras un concurso en el que participaron destacados arquitectos, el proyecto de su construcción fue otorgado a Pedro Ramírez Vázquez y su socio Rafael Mijares.
El proyecto era único, ya que contemplaba un techo que no requería columnas que bloquearan la visibilidad de los espectadores, además de que fue presentado con una llamativa maqueta que enamoró a los encargados de asignar la obra.
Durante los cuatro años de trabajos de construcción en la zona de ejidos de Coapa, en donde se tuvieron que resolver diversas dificultades técnicas, como dinamitar toneladas de piedras volcánicas, finalmente el Estadio Azteca se inauguró el 29 de mayo de 1966.
El costo de la construcción fue más alto que lo presupuestado, por lo que una parte debió financiarse con la venta de palcos; sin embargo, la limitación económica provocó que el estadio se inaugurara sin techo, el cual se colocó tiempo después gracias a lo recaudado en la taquilla.
Basílica de Guadalupe
Uno de los tres principales destinos religiosos del mundo católico es la Basílica de Guadalupe. Localizada en el cerro del Tepeyac, el primer templo construido en este lugar data de 1709, pero para mediados de la década de 1960, resultaba insuficiente para la cantidad de peregrinos que lo visitaban.
Fue en esa época cuando Ramírez Vázquez escuchó de la necesidad de un nuevo recinto y, sin alguna solicitud de por medio, trabajó en un proyecto para diseñar una basílica más moderna.
A inicios de los 70, le contó de su proyecto a lo encargados de la Basílica; pero en 1974, el entonces presidente, Luis Echeverría, expresó la posibilidad de una visita del papa Pablo VI a México, por lo que de inmediato se aprobó su construcción con Ramírez Vázquez al frente.
El 12 de octubre de 1976 se inauguró la nueva basílica, la cual fue diseñada para albergar hasta 10 mil personas que pueden ver desde cualquier punto la imagen de la Virgen de Guadalupe, ya que no tiene pilares o algún otro elemento que impida la visibilidad. De hecho, la pintura puede verse desde varios metros afuera del templo.
La nueva basílica es circular y su techo, que es de cobre (la oxidación le da el característico color verde que tiene actualmente), hace alusión a un manto protector.
Por Carlos Tomasini
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