Testigos de la explosión del pasado martes, relataron a diversas agencias internacionales lo que vieron durante el accidente
Después de la explosión que se registró en Tultepec, en el mercado San Pablito, dedicado a la venta de pirotecnia, y que dejó al menos 34 muertos, los testimonios de personas que viven en las inmediaciones del lugar, de los mismos locatarios y de personas que se encontraban realizando sus compras han surgido y han dado una nueva dimensión a la tragedia.
“Había muchos cuerpos esparcidos, bastantes de niños. Es lo peor que he visto en mi vida. Todo quedó destruido” relató a la agencia EFE Angélica Ávila, hermana de uno de los vendedores del mercado que resultó con quemaduras y quien se mantiene internado como grave.
Por su parte, César Carmona, un joven de 20 años que arribaba al lugar para comprar cohetes en el momento en que se comenzaron a escuchar las explosiones, declaró: “En todos lados había gente llorando, corrían para todos lados desesperados”.
Federico Juárez, testigo del accidente, declaró a la agencia Reuters. “Estábamos en el área de baños y empezó a explotar un local, uno tras otro. La gente empezó a caer, mucha corría hacía la salida. Pedazos de concreto y tabiques empezaron a caer en toda la calle”.
La agencia AFP recogió el testimonio de Walter Garduño, quien se encontraba cerca del mercado. “La gente salió corriendo en llamas, incendiada, había niños”.
En tanto, los vecinos relataron que en las inmediaciones, la columna de humo era tan grande que pensaron que resultarían intoxicados por esta.
También relataron que las imágenes que más se vieron esa tarde fue la de los niños heridos, cuya presencia entre los escombros resultaba más difícil de observarse.
Entre los relatos, los testigos indicaron que se podía ver algunos cuerpos apilados en una de las zonas seguras del lugar. Los vecinos, desde las azoteas de sus casas, pudieron ser testigos también de las operaciones de rescate y la remoción de escombros.
El mercado San Pablito había sido declarado, el pasado 12 de diciembre, por autoridades del Estado de México y por el director del Instituto Mexiquense de la Pirotecnia, como el más seguro de Latinoamérica.
Con información de BBC