El Capitán Enrique García Galeano de Rivas habló sobre su sentir por ser el encargado de pilotear el vuelo de regreso a Roma del papa
En el espacio de Joaquín López-Dóriga en Radio Fórmula se entrevistó al Capitán Enrique García Galeano de Rivas, encargado de pilotear el avión del papa Francisco en este último día de actividades México en el 787 México – Ciudad Juárez, y de Ciudad Juárez al Aeropuerto de Ciampino, en Roma, Italia.
El Capitán en Jefe para este vuelo, quien además es gerente de operaciones de Aeroméxico, del vuelo expresó que se encuentra listo para realizar el trayecto con destino a Roma. Indicó que generalmente, este tipo de vuelos, unas cuatro o cinco horas antes se realiza el trazado de ruta, debido a que los vientos cambian todos los días. Por eso “hay que verificarlo (el vuelo) con un sistema automatizado que nos indica el mejor tiempo y las mejores condiciones para volar”. Por eso, señaló que el vuelo pasará por la parte norte del Atlántico o la parte norte de Miami”.
Además, tras recordar las dificultades que tuvo el vuelo de Alitalia con destino a La Habana, Cuba, procedente de Roma, García Galeano de Rivas indicó que esta este tipo de vuelo resultan complicados “porque las corrientes de chorro bajan mucho” y por ello los vuelos no encuentran “condiciones óptimas”.
Cuando se le preguntó por la preparación para un vuelo con la trascendencia y responsabilidad del que va a realizar, el capitán aclaró que “yo creo que todos los vuelos los debemos hacer con el mismo profesionalismo. Este vuelo tiene mucho de logística, y se debe de coordinar con el Vaticano y con el Estado Mayor Presidencial”, tras señalar que los protocolos hacen que este, y todos los vuelos del día, “cambien mucho”.
“Técnicamente es un vuelo normal, seguimos los mismos procedimientos”, señaló. Además, advirtió que como en los aeropuertos de Ciudad Juárez y de Ciampino el capitán y su equipo no operan normalmente, se tendrán que reunir previo al vuelo para coordinar todo, “para tener una mejor ruta y sacar adelante el vuelo”.
Señaló el piloto que el Aeropuerto de Ciampino es utilizado porque “queda más cerca de la Casa de Descanso de Su Santidad, y después de un vuelo de estos, proceden a usar unos días de descanso para relajarse”.
No obstante, se aclaró que la casa de Castel Gandolfo (donde se encuentra la residencia de verano del papa) ya no es ocupada por el papa Francisco.
Por último, al preguntársele sobre la modificación que sufrió la logística en cuanto a las compañías aéreas, señalando que la anterior visita de un pontífice a México, que fue la que efectuó el papa Emérito Benedicto XVI en León en 2012, había sido únicamente por Alitalia, el que ahora le corresponda un vuelo de traslado a Aeroméxico, el capitán indicó que “en esta ocasión somos afortunados que se nos nombrara la aerolínea oficial de llevar al papa”.
“El (Boeing) 787 ha venido a revolucionar la industria de la aviación. Es un avión muy silencioso, muy confortable, y además, con los mismos consumos del (Boeing) 767, volamos un 15 por ciento más rápido”, fue lo que señaló como ventajas de volar en este vuelo.