Rebeca Jiménez ha pasado los últimos ocho años sufriendo dolor crónico y sin el tratamiento adecuado para un tumor benigno en su espalda
Rebeca Jiménez es una mujer la cual en teoría cuenta con servicio médico por parte del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Sin embargo, decidió denunciar penalmente al instituto al no haber recibido tratamiento por un hemangioma en la columna vertebral durante los últimos ocho años.
De acuerdo a su expediente médico, cuando tenía 38 años la afectada fue diagnosticada con dicho tumor, provocado por la acumulación de vasos sanguíneos. En ese momento, los doctores le dijeron que era un mal inoperable y benigno, por lo que podía continuar trabajando.
Sin embargo, un año después fue sometida a una operación para despresurizar la vértebra afectada por el tumor. Los problemas comenzaron ahí, pues perdió la sensibilidad en una pierna y sufrir dolores de espalda que le impidieron continuar trabajando.
Ese mismo año el IMSS le declaró con incapacidad laboral permanente y decidió pensionarla, sin embargo no por el tumor, sino por una incontinencia inexistente.
Los siguientes ocho años Jiménez se vio reducida a estar postrada en un sillón, el cual solo abandona para ir a Urgencias del IMSS cuando el dolor se vuelve insoportable.
En ese mismo lapso, ha recibido 16 diagnósticos distintos incluyendo lupus, lumbalgia, radiculopatía, fibromialgia o sobrepeso e incluso acusada de inventar su sufrimiento, en lugar de recibir tratamiento para ese mal.
La mujer, quien trabajó como promotora médica, explicó que el personal del Hospital General Regional 2 del IMSS no la quieren atender e incluso le han dicho que su expediente está marcado a raíz de otra intervención que le realizaron, en el año 2008.
“En 2008 yo sufrí un accidente vehicular, por el cual me hicieron una intervención quirúrgica que se denomina colectomía total: me extirparon el intestino grueso. A raíz de esa operación empecé a tener muchos problemas, dolor, sangrado, y nunca me dieron atención, sólo me decían que no tenía nada, que me tenía que acostumbrar. Empecé a recibir muy malos tratos, una vez me dijeron que yo era una ‘huevona’. Entonces yo presenté una denuncia penal en contra de los médicos y el personal que me atendió para esa operación, por negligencia y lesiones”, explicó.
Sin embargo, pese a que la PGR solicitó un peritaje sobre el caso, en el mismo se señala que recibió un trato de calidad y calidez y la denuncia se archivó, si bien no se desechó.
Finalmente, gracias a la CNDH, Rebeca consiguió que su caso fuera turnado a otros médicos del IMSS, que descubrieron que no todo su intestino grueso fue extirpado, provocándole problemas digestivos, y que el mal en su espalda puede infectarse y provocar tromboembolismo pulmonar.
La mujer señaló que su proceso finalmente parece avanzar, si bien al no tener aún un diagnóstico no puede recibir tratamiento.
Sobre su problemática, el abogado José Flores Huerta, integrante de la Barra y quien brinda asesoría gratuita a Jiménez, señaló que “dejando por un momento de lado si las intervenciones quirúrgicas fueron practicadas bien o mal, creemos que a la señora Rebeca le han venido negando en el IMSS un seguimiento médico adecuado, la han traído de aquí para allá, durante muchos años, sin darle un diagnóstico ni un tratamiento adecuados, y eso ha provocado un daño a su salud”.
“Eso se traduce en un delito, que es el de lesiones. Este tipo de negligencias sí se le pueden atribuir a los médicos, ellos son responsables de dar seguimiento a las personas que atraviesan una condición clínica, el tratamiento no acaba en la operación, y el no haberle dado seguimiento se convierte en un daño, y eso se debe castigar penalmente”, añadió.
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