La familia de las menores se vio envuelta en el fuego cruzado de uno de los varios enfrentamientos entre autoridades y delincuentes ocurridos en la ciudad tamaulipeca
La violencia del fin de semana en Nuevo Laredo, Tamaulipas, dejó al menos cinco muertos, incluyendo dos niñas de tres y cinco años. Las menores murieron luego de que la camioneta en la que viajaban se viera envuelta en una balacera.
Las menores fueron identificadas como Shelsea Abril Rojas y Kenia Azul Rojas. Otra menor, de 12 años de edad, resultó herida en el incidente, al igual que el padre de familia.
Al respecto, las autoridades señalaron que fueron atacadas en tres ocasiones por los sicarios. Reportaron que cuatro marinos resultaron heridos, mientras que tres delincuentes murieron.
Sin embargo, no informaron de daños colaterales, o de civiles muertos. Las menores resultaron importantes para los periódicos y los ciudadanos, no para los encargados de la seguridad en la ciudad.
La única información de las menores y su madre fue proporcionada por la fiscalía, que indicó en un comunicado en el que decía “en medio del fuego cruzado circuló un vehículo con dos adultos, un hombre y una mujer, así como dos menores de edad, sólo sobreviviendo la persona de sexo masculino, quien resultó herido y fue trasladado para su atención médica por personal de la Procuraduría General de Justicia”.
El informe presentado ya generó una diferencia entre las autoridades y los familiares de los muertos. La madre de la prima que resultó herida señaló que la camioneta fue atacada por el helicóptero de la Marina.
Mientras tanto, la PGR señaló que las heridas de bala son de calibre .223, las cuales no son utilizadas por las Fuerzas Armadas.