Santamarina es la nueva presidenta de la Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas (UMOFC) tras ser elegida en la asamblea general
La mexicana Mónica Santamarina es la nueva presidenta de la Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas (UMOFC) tras ser elegida en la asamblea general que se celebró en Asís y en la que también se abordaron algunos retos globales y se analizó el papel fundamental de la mujer en la promoción de la paz.
La UMOF reúne a más de 67 organizaciones de diferentes partes del mundo y en esta asamblea participaron un total de 832 personas de 38 países de todos los continentes, informaron en una nota.
Al término de la Asamblea se eligió a la nueva presidenta, que representará a la organización durante los próximos cuatro años, y que era anteriormente tesorera general de la entidad.
Santamarina explicó que su intención es trabajar para que las organizaciones miembros dispongan de “las herramientas necesarias para aplicar las seis resoluciones (áreas de actuación) aprobadas por la asamblea” que son, entre otras, “la consolidación y crecimiento del Observatorio Mundial de las Mujeres, que busca escuchar y dar visibilidad a los sufrimientos de las mujeres, especialmente de las más vulnerables, para promover acciones a favor de su desarrollo integral, el de sus familias y sus comunidades”.
“La crisis alimentaria mundial, vinculada al cuidado de nuestro planeta, fue el tema de otra resolución adoptada durante la asamblea, así como el cambio climático” y “se promoverán actividades de reciclaje, de reducción de la contaminación individual y la promoción de una conversión ecológica”.
Por último, “la UMOFC desea promover la formación de las mujeres para que puedan participar responsablemente en la construcción y procesos de toma de decisiones de la Iglesia. El objetivo es fomentar el liderazgo de las mujeres en la búsqueda del bien común a través de la formación espiritual, intelectual y pastoral”.
Mónica Santamarina estudió Derecho, ha trabajado como consultora jurídica y profesora y ha sido asesora social en el Instituto Nacional de las Mujeres de México, una organización gubernamental para la protección de la mujer. Es miembro de la Unión Femenina Católica Mexicana, de la que ya fue presidenta de 1996 a 2001 y también ha sido presidenta de la Acción Católica Mexicana.
Con información de EFE