PRI, PAN y PRD concentran la mayor parte de estas subvenciones para los partidos con 37 mil 577.8 millones de pesos, es decir el 70%.
De acuerdo a la Cámara de Diputados, el financiamiento público a los 19 partidos políticos nacionales alcanzó la cifra de 54 mil 728.8 millones de pesos entre 2000 y 2015, por más que diez de estos hayan perdido su registro durante su primera participación en las elecciones.
Sin embargo, este estudio de la Dirección General de Servicios de Documentación, Información, y Análisis de la Cámara de Diputados establece que la reforma electoral del 2007 supuso un ahorro mayor a los 6 mil millones de pesos en este rubro.
Por lógica, los tres partidos que han concentrado la mayor parte de las subvenciones son el PRI, PAN y PRD con el 70 por ciento, es decir 37 mil 577.8 millones de pesos. Por su parte, los demás partidos existentes han obtenido: 4 mil 658.3 millones de pesos para el Verde, 3 mil 851.3 millones de pesos para el PT, 3 mil 385.2 millones de pesos para Movimiento Ciudadano, y 2 mil 444.5 millones de pesos para Nueva Alianza. En total 14 mil 336 millones de pesos para estos otros institutos políticos.
En su primera participación electoral, Morena, Encuentro Social y Partido Humanista recibieron 140.7 millones de pesos cada uno.
Los otros partidos que recibieron subvenciones, pero que ya perdieron su registro nacional son: el Partido del Centro Democrático, el Partido de la Sociedad Nacionalista, el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, el Partido Alianza Social, el Partido Democracia Social, el Partido Liberal Mexicano, México Posible, Fuerza Ciudadana, el Partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina, y el Partido Humanista. A esta larga lista podría unirse el PT.
Por tanto, el diputado federal panista Fernando Rodríguez Doval celebró la decisión de aumentar de 2 a 3 por ciento de porcentaje de la votación nacional, el requisito mínimo para conservar el registro.
“Es muy importante buscar que los recursos que se distribuyen a los partidos fueran a organismos que tuvieran fuerza electoral, porque hay algunos que se han convertido en un auténtico negocio para sus líderes, para sus dirigentes”.
Con información de Milenio.
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