
Denis Blanco, Korina Utrera y Wendy Hernández fueron liberadas de un Cefereso de Morelos tras haber sido detenidas sin justificación
El Juez Primero de Distrito de Procesos Penales Federales en el Estado de Veracruz ordenó la liberación de Denis Blanco, Korina Utrera y Wendy Hernández, mujeres veracruzanas sobrevivientes de tortura sexual tras cinco años en detención en el marco de un proceso penal injusto basado en pruebas ilícitas, así lo informó este día Amnistía Internacional.
De acuerdo con un comunicado, Denise, Korina y Wendy salieron hoy por la madrugada del Centro Federal de Readaptación Social (CEFERESO) número 16 con sede en el estado de Morelos. Señaló Denise Blanco que la libertad es “tener de nuevo vida que se suspendió sin sentido, rehacer el tiempo perdido”.
En agosto de 2011, Denise, Korina y Wendy fueron detenidas sin orden de aprehensión en la ciudad de Villahermosa, Tabasco, por elementos de la Marina y llevadas a una instalación militar en Veracruz.

Los testimonios ofrecidos por las mujeres señalan que fueron violadas, humilladas, sometidas a semiasfixia y a descargas eléctricas, incluso sufrieron insultos por su orientación sexual, esto con la finalidad de obtener una confesión autoinculpatoria y de involucrar a personas que no conocían en la comisión de diversos delitos.
Además, a dichas violaciones se sumó la incomunicación y tardanza en la puesta a disposición ante las autoridades competentes, siendo trasladadas ante la Procuraduría General de la República (PGR) en Veracruz y no en Tabasco, donde fueron detenidas. Ellas fueron señaladas como pertenecientes a un grupo delictivo en un proceso lleno de irregularidades e integrado por pruebas ilegales basadas en la detención arbitraria y tortura sexual.
Como fueron detenidas inmediatamente, estas mujeres pierden la oportunidad de denunciar sus crímenes y acusar a los culpables de la violencia cometida contra ellas.
“La libertad es volver a nacer junto a mi familia y la gente que me apoyó. Hoy es una nueva vida para mí, estoy de frente y de pie, quiero justicia”, exigió Korina Utrera. Por su parte, Wendy Hernández explicó que para ella, la libertad significa “estar con la mirada al frente y con sed de justicia”.
Las organizaciones acompañantes reconocieron que la liberación de las sobrevivientes de tortura representa un primer paso para la Justicia y exigieron que la Procuraduría General de la República no apele la decisión del juez en el caso, investigue las denuncias de tortura, garantice que las sobrevivientes puedan interponer recursos efectivos y recibir reparación integral.
Redacción