
Un anexo del Hospital de Alta Especialidad de Veracruz lleva construyéndose desde 2010 y ya ha gastado el doble recursos destinados
Lo que iba a figurar como un hospital pediátrico de alta tecnología y con gran equipamiento, hoy en día es un proyecto que no ve cuándo pueda funcionar y ha gastado prácticamente el doble del presupuesto que tuvo en un inicio en el puerto de Veracruz.
El Hospital de Alta Especialidad de Veracruz es el único centro estatal de la ciudad al que pueden acudir menores con graves padecimientos. Debajo de varias camas, el suelo es de arenillas porque las baldosas también se levantaron y llevan meses sin arreglar según los pediatras del centro. Además, el aire acondicionado lleva dos años sin funcionar y los médicos, con su dinero, han tenido que comprar algunos aparatos para refrescar las minúsculas habitaciones que comparten seis pacientes.

Junto al edificio el hospital, hay una torre blanca, limpia y cerrada. Un centro médico especializado en pediatría de 10 pisos que, en el papel, iba a contar con más de 200 camas, ocho quirófanos, un pabellón dedicado a quemaduras, áreas de nefrología, oncología, hemodiálisis y quimioterapia.
Fidel Herrera, entonces gobernador de Veracruz, en noviembre de 2010, previo a terminar su mandato, dio inauguración a los trabajos. Incluso se atrevió a comentar que iba a dejar el hospital como “un testamento” para el estado.
La financiación había llegado, recibiendo 11 millones de dólares, de los cuales, 90 por ciento cayeron por fondos federales, y la torre debía estar lista en 2012 y funcionar como un apéndice del hospital.
Ahora, a seis años de ello, señala el diario El País que nadie en Veracruz señala ni el tiempo ni el dinero que falta. “No hay pa’cuando. Estos hicieron lo de Noe pero para fuera. Sacaron toda la lana en vez de meterla”, dice una vendedora de periódicos a la puerta del edificio.
En enero pasado, el secretario de salud del estado, Fernando Benítez Obeso, indicó a la prensa local que “esperemos que quede en este año. Ya a finales, yo creo que esto llevaría más o menos como por septiembre u octubre”.

Torre, reflejo de Veracruz
En tanto, además de los retrasos, el proyecto ha consumido el doble de la financiación prevista al inicio. Es decir, entre 10 y 12 millones de dólares más, de acuerdo con datos de la secretaría de Salud estatal.
Es esta una torre interminable, reflejo de la gestión económica del actual gobernador, Javier Duarte. Reflejo de que Veracruz, hoy en día, es el cuarto estado más endeudado de México. En cinco años de mandato, dicha bolsa se ha multiplicado por tres y su equipo económico está en el punto de mira luego de haberse detectado irregularidades en la gestión de recursos federales por desvío de fondos, duplicidad de pagos, obras no realizadas (como esta), por un monto total de 2 mil millones de dólares.
Además, funcionarios y miembros del gobierno de Duarte acumulan hasta 21 denuncias por corrupción.
La concesión de la obra fue otorgada a la constructora Gran Marca Proyectos. La empresa prefiere guardar silencio para mantener los negocios que aún mantienen con la administración veracruzana. “El clima entre muchos empresarios es de pesimismo y resentimiento”, apunta Augusto Zamora Lara, expresidente de la Asociación de Constructores de Veracruz (Acevac). La deuda con los contratistas y proveedores también ha ido engordando. Solo en el último año se ha duplicado y alcanza los 200 millones de dólares.
“Estamos exigiendo que el gobierno cumpla los contratos. El siguiente paso es poner una demanda, pero son procesos largos a los constructores lo que les urge es cobrar. La mayoría de las veces aguantan y esperan”, añade el empresario.
Con información de El País