La torre estrena un reloj de pantalla led que, aunque está todavía a prueba, ya se encuentra en funcionamiento
La Torre Latinoamericana, el edificio de 45 pisos que durante muchos años fue el más alto del país, se inauguró en 1956 y, en 1968, en el marco de los Juegos Olímpicos que se llevaron a cabo ese año en la Ciudad de México, se le colocó un moderno reloj electrónico.
Hoy, 49 años después, este reloj se moderniza y, en vez de estar formado por grandes focos como el original, ahora es una moderna pantalla led que todavía está en etapa de prueba, pero ya llamó la atención de los capitalinos.
Los dos primeros relojes
El primer reloj de la Latino –que estaba en el piso 38 y medía 21 metros de largo por 3.2 de alto- fue simbólicamente encendido por el entonces presidente, Gustavo Díaz Ordaz, desde el Palacio Nacional, recuerda Pedro Fossas, director de la Torre Latinoamericana.
“Era un reloj de focos, el más preciso de México, que se ajustaba vía satélite con un reloj atómico, y todo mundo volteaba a verlo para ajustar su reloj de pulsera. Obviamente, como no había celulares, no todos traían la mejor hora, por lo que era un referente importante para los capitalinos”, relata.
El reloj de la Latino podía verse a kilómetros de distancia, hasta lugares como las Lomas, y durante años estuvo patrocinado por la marca relojera Bulova.
“Dejó de funcionar unos 10 o 12 años después, por lo que se reemplazó por otro que estaba más arriba, entre los pisos 40 y 41, el cual era un poco más corto, de 12 metros por 3, y dejó de patrocinarlo Bulova”, menciona.
“Pero después, ya en los 80, a pesar de que era más pequeño, las cuentas de la luz fueron impagables porque tenía muchísimos focos reflectores de 150 watts y se decidió apagarlo”.
Fue así como, durante casi dos décadas, la Latino se quedó sin uno de los relojes más icónicos de la Ciudad de México.
El nuevo reloj con tecnología led
El año pasado, el reloj se sustituyó por cuatro pantallas led, una en cada costado de la parte más alta de la torre, y con un consumo mucho menor de electricidad.
“Queríamos volver a llamar la atención de la torre, pero fue sorprendente porque, apenas empezamos a hacer pruebas, al otro día ya había publicaciones en los periódicos hablando del reloj”, destaca Fossas.
Las pantallas, cuya tecnología permitiría usarlas para emitir otras imágenes ademas del reloj, miden 17 metros de largo por 3.60 de alto y actualmente se encuentran en etapa de pruebas para ajustarlas a su luminosidad óptima, así como decidir el tamaño y color de los números para que luzcan de la manera más adecuada.
Quieren renovar la torre
Con esto, se busca dar también una imagen más moderna a esta torre, que es uno de los rascacielos que ha resistido más terremotos fuertes en el mundo.
“Con las nuevas pantallas, la torre da un servicio a la gente, es atractiva, trae nostalgia y sirve de preámbulo de cosas que pretendemos hacer, como renovar la torre por completo”, adelanta Fossas.
Debido a su valor arquitectónico, la Torre Latinoamericana es un edificio catalogado por el Instituto Nacional de Bellas Artes, por lo que la remodelación deberá respetar la idea original.
Fossas dice que la torre se modernizará también hacia el interior y, por el momento, todavía están revisando planes y buscando los recursos necesarios.
Todavía no hay una inauguración oficial del nuevo reloj de la Latino, pero esperan terminar la etapa de pruebas muy pronto, quizá a finales de febrero.
Por Carlos Tomasini (@carlostomasini)
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