El juez Brian Cogan pidió al jurado deliberar quitándose los prejuicios raciales y religiosos, ya que “la verdad no se basa en especulaciones ni sospechas”
Doce jurados debaten a puerta cerrada si Joaquín “El Chapo” Guzmán es culpable o no de los 10 cargos y 27 violaciones de los que es acusado, incluido el tráfico de cientos de toneladas de cocaína, heroína, metanfetaminas y mariguana a Estados Unidos a lo largo de 25 años, lavado de dinero y posesión de armas de fuego.
Tras menos de dos horas de deliberaciones, el jurado ya tenía cuatro preguntas para el juez Brian Cogan, quien pidió al jurado deliberar haciendo a un lado los prejuicios raciales y religiosos, ya que “la verdad no se basa en especulaciones ni sospechas”.
“Concéntrense en ver si un testimonio se sostiene sin otras pruebas. Su trabajo es alcanzar una conclusión justa a base de la evidencia“, agregó
La primera pregunta fue si una “guerra de drogas”, como la que el Cártel de Sinaloa tuvo contra cárteles rivales, puede ser considerada como un crimen de narcotráfico, “con específica referencia al delito de uso de armas de fuego”.
Tras una discusión entre la defensa y la acusación, el juez decidió responder que solo pueden considerar el cargo de uso de armas si encuentran que el acusado es culpable de alguno de estos otros cuatro delitos: integrar una empresa criminal para traficar drogas; conspiración internacional para distribuir cocaína, heroína, metanfetaminas y mariguana; conspiración para importar cocaína o conspiración para distribuir cocaína.
Y al considerar la culpabilidad de Guzmán en estos cuatro delitos, “pueden si quieren considerar pruebas de una guerra de drogas” y cualquier otra prueba que estimen necesaria.
El jurado también quería saber si la efedrina es considerada una metanfetamina (es un componente), pero el juez no respondió y les dijo que estudiaran lo que se ha dicho en el juicio al respecto.
También pidieron una copia del veredicto para cada jurado (concedido) y preguntaron cuándo recibirán las pruebas fotográficas (pronto).
Antes de dar al jurado las instrucciones que deben cumplir al deliberar sobre el caso, el juez quiso asegurarse de que no habían leído o escuchado de un “artículo ofensivo o sospechoso” relativo al proceso, difundido el fin de semana.
Tras interrogar a los jurados este lunes, el juez Cogan decidió que el juicio podía continuar como estaba previsto.
“Yo no tengo opinión sobre el veredicto al que deben llegar”, les dijo Cogan. “No tengo perro en esta pelea”.
En sus alegatos finales, el abogado del Chapo, Jeffrey Lichtman, pidió al jurado no condenar al acusado con base a “mentiras” de testigos cooperantes que son “basura”. También aseguró que todo el proceso es una “farsa”, ya que el verdadero jefe del Cártel de Sinaloa es su co-fundador Ismael “Mayo” Zambada, quien nunca pasó un día en la cárcel.
Con información de AFP y EFE