Los habitantes se manifestaron en el municipio de Chenalhó para exigir justicia y la aparición con vida de cinco personas
Cerca de 120 indígenas desplazados por la violencia del crimen organizado protestaron en Chiapas, en la frontera sur de México que afronta un conflicto armado agudizado por cárteles del narcotráfico.
Los habitantes se manifestaron en el municipio de Chenalhó para exigir justicia y la aparición con vida de cinco personas, entre ellas dos menores de edad, quienes desaparecieron hace un año.
“Hoy en este mismo día y mes y la misma fecha salimos huyendo de nuestras comunidades para salvar nuestras vidas en medio de las montañas, salimos caminando con nuestros hijos con los brazos cruzados”, dijo Marcelina Ruiz Pérez, vocera de los desplazados.
A un año del desplazamiento forzado de la comunidad Fracción Santa Martha, más de 200 familias se vieron obligadas a abandonar sus viviendas ante el clima de violencia generada por un conflicto en la zona.
“Como sobrevivientes desplazados, hemos realizado todo legalmente en las instituciones, hemos denunciado, se abrieron carpetas de investigación, pero hay cero detenidos por la desaparición forzada, por ello la urgencia de pedir justicia”, agregó la mujer.
Las familias, en su mayoría mujeres y niños, recordaron que han asesinado a algunos de sus integrantes y que sus tierras han sido quemadas en balaceras.
“Vivos se los llevaron, vivos los queremos”, “queremos justicia”, “retorno seguro”, y “reparación de los daños”, fueron algunas de sus consignas.
La protesta ocurre después de que los pueblos originarios han advertido este año un clima de “guerra civil” en Chiapas por los conflictos armados, que han desencadenado homicidios, desapariciones y desplazamientos forzados, en particular en comunidades indígenas y afines al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
Las mujeres señalaron que esta situación de exilio está ocasionando problemas de salud por los rumores de persecución y amenazas de muerte que padecen constantemente, así como la falta de comida y escuela.
“Ahorita ya va casi un año y no hay solución. Me siento muy mal, me siento preocupada por el dinero, necesito medicamento, necesito ayuda del Gobierno para comprar mi medicina”, advirtió Margarita Velasco Ruiz, quien vive hacinada en un campamento con 12 familias más.
Los desplazados denunciaron el Gobierno se ha mostrado sumiso con el crimen y amenazante con las víctimas.
“En la justicia no hay avances, a un año hay impunidad en Chiapas, no hay justicia, estamos exigiendo a los gobernantes también que hagan su tarea porque están violentando la ley de derechos humanos a nivel internacional”, comentó José Vázquez Gutiérrez, defensor de los derechos humanos de los indígenas desplazados.
La violencia se ha agudizado después de que esta semana, habitantes de Frontera Comalapa, en el límite de México con Guatemala, denunciaron el abandono del Estado tras la irrupción de un grupo vinculado al Cártel de Sinaloa.
Con información de EFE