Este día ha muerto uno de los más reconocidos arquitectos mexicanos a nivel mundial, así lo informó el secretario de Cultura
Este día a los 90 años ha perdido la vida el arquitecto y pintor mexicano Teodoro González de León, uno de los máximos exponentes de distintas corrientes contemporáneas en la Ciudad de México.
González de León nació un 28 de mayo de 1926 en la Ciudad de México. Cursó sus estudios en la entonces Escuela Nacional de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM, en la Academia de San Carlos), y de 1942 a 1947 trabajó con Carlos Obregón Santacilia, Carlos Lazo Barreiro y Mario Pani Darqui.
Tuvo una importante participación en el anteproyecto de la Ciudad Universitaria de la UNAM con los arquitectos Armando Franco y Enrique del Moral.
Fue acreedor a una beca del gobierno francés con la que logró trabajar durante 18 meses en el taller de Le Corbusier en Francia en 1947, en donde colaboró como residente en la Unité d’Habitation de Marsella.
Gran parte de su obra está concentrada en la Ciudad de México, un trabajo de décadas en conjunto con Abraham Zabludovsky, conservando ambos despachos importantes y colaborando en sociedad a nivel práctico.
Teodoro González de León es uno de los arquitectos mexicanos con mayor renombre internacional, impulsor de una amplia visión del movimiento moderno, convencido de la estética de la abstracción.
Es autor de obras de gran tamaño, usando el característico concreto cincelado en enormes bloques minimalistas, razón por la cual la han denominado brutalista.
La noticia fue informada por el secretario de Cultura, Rafael Tovar y de Teresa, a través de su cuenta de Twitter. “Falleció Teodoro González de León, un icono de la arquitectura mundial. Mi pésame a sus deudos y a la comunidad artística”, señaló.
Sus obras más significativas
Su trabajo minucioso y característico, con obras con sólida preparación técnica y considerada clásica, así como las influencias de Le Corbusier y Mies van der Rohe, además del análisis de Carlo Scarpa y la teoría de Aldo Rossi, y habiendo colaborado con Carlos Obregón Santacilia, Carlos Lazo Barreiro, Mario Pani Darqui y Abraham Zabludosvki, ha dejado obras de gran escala, emblemáticas en la Ciudad de México: el Auditorio Nacional, la Torre Arcos Bosques, el Museo Rufino Tamayo, el Conjunto Urbano Reforma 222, y El Colegio de México, todos ellos hitos y símbolos de la capital.
1. Auditorio Nacional
Teodoro González de León estuvo a cargo de su remodelación (el Auditorio fue inaugurado en 1952), al lado del arquitecto Abraham Zabludovsky en 1991. Con su reinauguración, el Auditorio Nacional abrió una nueva etapa, convirtiéndose ahora en el recinto más importante para espectáculos del país.
2. Torre Arcos Bosques.
El edificio más emblemático de la zona poniente de la Ciudad, mejor conocida como “El Pantalón”.
Cuando finalizó su construcción en 1997 se convirtió en el cuarto edificio más alto de la Ciudad de México. El conjunto es obra conjunta con Francisco Serrano y Carlos Tejeda. Este rascacielos es la referencia arquitectónica en la zona de Las Lomas y Santa Fe.
3. Museo Tamayo
El Museo Tamayo Arte Contemporáneo, conocido también como Museo Tamayo o Museo Rufino Tamayo es un edificio localizado dentro del Bosque de Chapultepec, en la Ciudad de México, México.
En 1972, tras el interés de Rufino Tamayo por el recinto que albergara su colección de arte se encontrara dentro de la primera sección del Bosque de Chapultepec, el gobierno de la Ciudad de México autorizó ceder una parte de terreno del bosque, donde anteriormente se localizaba el Campo Azteca de golf.
Así, el artista convocó a Teodoro González de León y a Abraham Zabludovsky para el proyecto del edificio. Su construcción arrancó hasta 1979 y concluyó dos años después, en 1981.
El resultado es un edificio que los hizo merecedores al Premio Nacional de Ciencias y Artes, en el rubro “Bellas Artes”, en 1982.
4. Reforma 222
Reforma 222 es un recinto considerado como el que le cambió la cara a Paseo de la Reforma.
Este edificio, inaugurado en 2007, cuenta con más de cien mil metros cuadrados de construcción, incluyendo torre de oficinas, dos torres de departamentos de lujo con servicio de hotel y además un centro comercial con una amplia oferta de tiendas, acompañadas de cubierta de cristal, fuentes, espejos de agua y un espectacular portal que marca la entrada desde el Paseo de la Reforma.
Hoy, Reforma 222, quizá el último gran proyecto del legendario arquitecto, es visto dentro del sector como una muestra de las posibles soluciones urbanas que pueden dar la vuelta del Paseo de la Reforma a sus épocas de máximo esplendor.
5. El Colegio de México
Quizá el más fiel representante de la arquitectura brutalista mexicana de los años setenta, El Colegio de México fue proyecto de Abraham Zabludovksy y Teodoro González de León, construido en 1976, para ser sede de uno de los centros de educación de posgrado de mayor tradición en México.
Pese a lo difícil terreno por la topografía irregular (por tratarse de las faldas del cerro del Ajusco, cubiertas miles de años atrás por la lava del Xitle) en la intersección de dos importantes vías de comunicación de la Ciudad de México -Periférico Sur y Picacho-Ajusco-, el Colmex es un conjunto basado en una forma trapezoidal pensado en tener suficiente aislamiento para el buen desarrollo de las actividades, docencia e investigación.
También, los exteriores están llenos de arquitectura robusta de muros de concreto, el elemento característico del brutalismo mexicano.
Redacción