
Cuando salió a la calle, Lety vio vidrios, fachadas cayendo, como “en una película de Hollywood, una película de miedo”
Las hermanas Lety y Jaqueline vieron edificios derrumbarse, gente atrapada y presenciaron la desesperación de las personas por conseguir medicamentos. Las dos mujeres originarias de la Comarca Lagunera narraron lo vivido.
Lety trabajaba en la Condesa cuando ocurrió el temblor, luego de que horas antes participaba en el simulacro realizado para conmemorar el 32 aniversario del sismo de 1985.
“De un segundo a otro el temblor se volvió terremoto, la gente salía despavorida de los diferentes edificios, de los restaurantes, no hubo ninguna alerta, ninguna alarma, el simple movimiento de la tierra fue el que te sacó de donde estabas”.

Cuando salió a la calle, Lety vio vidrios, fachadas cayendo, como “en una película de Hollywood, una película de miedo”.
“En cuanto llegué a la calle Ámsterdam, no conozco a quien se abrazó de mi y se puso a rezar, uno intenta mantener la calma y pensar, era mucha zozobra, miedo y mucho terror, había personas mayores que recordaban el del 85”.
Tras el temblor, vio a la gente con la que convive diariamente, sus vecinos, amigos, y luego empezaron a llegar las noticias sobre los derrumbes de edificios en la zona.
Regresó al edificio donde vive, cambió las zapatillas por unos tenis para ayudar.
Jaqueline, estaba en su casa en el sexto piso, comenta que al momento en el que comenzó el terremoto, aplicó lo realizado durante el simulacro.
Tras ver lo ocurrido, las hermanas Lety y Jaqueline se sumaron a la ayuda para tratar de sacar a las personas que se encontraban atrapadas en los derrumbes.
Llegó la noche.
“Dormimos vestidos y con zapatos por cualquier cosa y dormitar, no fue una buena noche, el estar al pendiente de las noticias, tener los celulares cargados, todo a la mano y con temor de cualquier cosa que pudiera pasar”.
Ante la difícil situación que se vive en la Ciudad de México y en los estados de Morelos, Estado de México, Puebla, Guerrero y Oaxaca, Lety y Jaqueline piden el apoyo de los laguneros.
Con información de Adriana Magallanes / Milenio