Durante su gira de trabajo por Roma, el presidente EPN se reunió con líderes de la FAO en donde dijo es posible reducir la pobreza extrema
El presidente Enrique Peña Nieto afirmó que es posible reducir la pobreza extrema y la desnutrición de forma acelerada, sustancial y sostenida, por lo que “nuestra generación puede y debe ser la que acabe con el hambre en el mundo”.
Ante líderes de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el mandatario dijo que para lograrlo es imprescindible que haya voluntad política, una clara identificación de la población objetivo, así como una estrategia integral que sume recursos y acciones en su favor.
“Eso fue precisamente lo que hemos hecho en México. La Cruzada Nacional Contra el Hambre es una estrategia transversal de inclusión y bienestar social que opera en todo el país, para garantizar el derecho a la alimentación de quienes vive en pobreza extrema”, refirió.
A dos años y medio de su puesta en marcha, 4.3 millones de personas reciben apoyo de al menos uno de los programas de la Cruzada; cuatro mil 300 comedores comunitarios atienden cada día a más de 430 mil beneficiarios niños, embarazadas, mujeres en lactancia, adultos mayores y personas con discapacidad.
Asimismo, más de 730 mil familias cuentan con una tarjeta denominada Sin Hambre, que les permite adquirir productos básicos a precios preferenciales, destacó.
De manera adicional, como una iniciativa de cooperación con los países con Centroamérica, México lanzó la iniciativa “Mesoamérica sin hambre” para hacerle frente a este flagelo, la cual cuenta con un financiamiento inicial de tres millones de dólares aportado por nuestro país.
En este esquema participan El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá en una primera etapa, y en el segundo semestre de 2015 se lanzará en Belice, Colombia, Costa Rica y República Dominicana, detalló.
Al destacar que este 2015 concluirá el plazo para alcanzar los Objetivos del Desarrollo del Milenio, indicó que México tiene avances importantes con la reducción a menos de la mitad del número de personas en condiciones de vida por debajo del umbral de la pobreza, definido por la ONU.
Con el Programa Prospera, además, son atendidas más de 6.1 millones de familias en situación de pobreza extrema para que, una vez superada esta condición, se integren a la vida productiva.
“En especial, México considera fundamental conformar una perspectiva transversal que combata las desigualdades, la generación de oportunidades y el desarrollo de capacidades para las personas que viven en condiciones de mayor vulnerabilidad”, declaró.
“Por eso, es que les invito a que trabajemos juntos, en una Agenda Post 2015 centrada en la inclusión social y en la oportunidad de generar progreso y prosperidad para todos”, puntualizó.
Aunque reconoció que hay avances alentadores en el mundo en la lucha contra el hambre, aún son insuficientes como demuestran las 795 millones de personas en el mundo que padecen desnutrición, además de que el calentamiento global pone en riesgo la seguridad alimentaria.
La FAO considera que el mayor crecimiento de la productividad agrícola tendrá que llevarse a cabo en países en desarrollo y, particularmente, con la participación de los pequeños productores.
Como parte de ese esfuerzo, México promueve una verdadera transformación del campo, centrada en los pequeños productores y la agricultura familiar.
El presidente de la República estuvo acompañado por los secretarios de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade Kuribreña; de Economía, Ildefonso Guajardo Villarreal; de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga, y de Turismo, Claudia Ruiz Massieu Salinas.
Redacción.