
Por medio de un comunicado, la autoridad informó que al llegar al establecimiento, cuatro mujeres ordenaron bebidas y en estas le habrían suministrado las sustancias mencionadas
La Fiscalía del Estado de México informó este jueves que al empresario Iñigo Arenas le “suministraron sustancias” durante su estancia en el Black Royce de Naucalpan.
La autoridad mexiquense recordó que la víctima acudió a un establecimiento en la colonia Polanco la noche del 5 de agosto y salió de ahí durante la madrugada del 6 de agosto, al otro día.
Tras salir del mencionado negocio, el empresario abordó un vehículo de transporte con placas de la Ciudad de México A-5915-M a las 3:00 h del domingo, y minutos más tarde llegó al Black Royce de Naucalpan.
Al ingresar al inmueble, de acuerdo con las entrevistas en la sede ministerial, a Arenas Saiz lo situaron en la planta baja, donde estuvo acompañado por cuatro mujeres, identificadas como Aritzi Abril “N”, Ana Karen “N”, Cecilia “N” y Ana Karen “N N”, quienes ordenaron diversas bebidas y fue en ese momento que le suministraron sustancias a las víctimas, “cuya composición fue motivo de peritaje y forma parte de la teoría del caso de la Fiscalía”.
A las 4:59 h, las mujeres, el capitán de meseros, Eduardo ‘N’, y una persona más por identificar, persuadieron a la víctima de subir a un área identificada como VIP. Al llegar a ese sitio, le hicieron entrega de cuatro botellas de bebidas, con valor de 10 mil pesos cada una.
A las 5:07 h, la cajera ingreso al área para cobrarle 40 mil pesos con cargo a la cuenta bancaria de la víctima.
Posteriormente, el empresario permaneció con las mujeres aproximadamente 40 minutos, hasta que una de ellas le dijo al encargado de seguridad, identificado como Carlos Daniel ‘N’, que la víctima se “sentía mal” y que se había puesto “morado”, por lo que personal del establecimiento le practicó RCP.

Al no lograr que mejorara, el personal llamó a los servicios de emergencia y trasladaron al empresario a otra área cercana a la salida.
Personal de emergencia encontró a la víctima ya sin signos vitales, mientras que la Fiscalía estatal implementó el “protocolo de homicidios” en el sitio.
En la necropsia se determinó que la causa de muerte de Iñigo Arenas fue asfixia mecánica por sofocación, causada por la “oclusión de vías respiratorias por contenido gástrico”. Las autoridades determinaron que la presencia de alcohol y de sustancias químicas de naturaleza controlada limitaron la conciencia y funciones motoras de la persona, lo que propició su deceso.
En un cateo al establecimiento, se encontraron indicios como pastillas y sobres con contenido de diversa índole que dieron resultado presuntivo a clorhidrato de cocaína; recipientes para aplicación de gotas, cuyo contenido está siendo objeto de análisis químico; así como equipo de grabación y diversos documentos relacionados con la operación del lugar y del evento investigado.
Además, se obtuvieron y se cumplimentaron órdenes de aprehensión contra Eduardo “N” y Carlos Daniel “N”, capitán de meseros y jefe de seguridad, así como Abril “N”, Ana Karen “N”, Cecilia “N” y Ana Karen “N”, acusados por el delito de homicidio.
Con información de López-Dóriga Digital