Un neumólogo de la UANL advierte que las partículas en suspensión de menos de 2.5 micras son las más dañinas para enfermedades respiratorias
Los altos niveles de contaminación registrados en el área metropolitana de Monterrey, Nuevo León, podrían detonar o agudizar enfermedades respiratorias, principalmente la rinitis, el asma, el EPOC y la fibrosis pulmonar.
Uriel Chavarría Martínez, coordinador del Centro de Prevención y Rehabilitación de Enfermedades Pulmonares Crónicas de la UANL, detalló que las partículas en suspensión de menos de 2.5 micras (PM 2.5) resultan más dañinas debido a su capacidad de absorberse en la sangre.
Además de difuminarse en el aparato circulatorio y corazón, pueden llegar al cerebro y causar un aumento en los trastornos cognitivos y ocasionar una degeneración en el cerebro.
“La contaminación puede ser un factor que detone ciertas enfermedades respiratorias. Por sentido común, (hay que) evitar exponerse al aire libre cuando los niveles de contaminación sean altos”, señaló en entrevista para la UANL.
El neumólogo llama a atacar la contaminación desde la industria y regulando el tránsito vehicular.
La rinitis es una reacción alérgica que se detona ante el polvo o polen. El asma es una enfermedad crónica que se caracteriza por dificultad para respirar y producción de un sonido ‘chillón’. El EPOC limita el flujo de aire en los pulmones, siendo potencialmente mortal. Por su parte, la fibrosis pulmonar se produce cuando el tejido se daña y provoca cicatrices.
Con información de López-Dóriga Digital