La Fiscalía explicó que el entorno de los estudiantes de cine no explicaba las razones de la privación de su libertad por lo que la investigación se centró sobre La Cabaña
La desaparición y asesinato de Jesús Daniel Díaz García, Javier Salomón Aceves Gastélum y Marco Francisco García Ávalos en Jalisco sacude una vez más el sentir social de la población, a continuación la recopilación de hechos de este nuevo caso que conmociona al país.
Al menos ocho personas, pertenecientes al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), participaron en los hechos. Hasta el momento hay dos personas detenidas, Gerardo “N” y Omar “N”, rapero conocido como QBA quien aceptó haber disuelto en ácido a los estudiantes; ambos fueron vinculados a proceso.
Los tres estudiantes de cine acudieron a una finca localizada en Tonalá para realizar la grabación de un proyecto escolar. La casa, conocida como La Cabaña, resultó ser propiedad de Diego Gabriel Mejía, miembro del grupo del crimen organizado conocido como Cártel Nueva Plaza, el cual es liderado por Carlos Enrique Sánchez Mejía, alias El Cholo. El grupo criminal mencionado es antagónico al CJNG.
La Fiscalía del Estado de Jalisco llegó a la conclusión que La Cabaña fungía como casa de seguridad de la Nueva Plaza, ya que en 2015 fueron detenidas seis personas en dicho inmueble, incluido Diego Gabriel Mejía, todas pertenecientes a la célula delictiva comandada por El Cholo. En aquella ocasión, las autoridades aseguraron drogas y armas de uso exclusivo del Ejército. Además, en 2017, varias personas armadas a bordo de vehículos fueron vistas en la propiedad en múltiples ocasiones.
La tía de uno de los estudiantes, suegra de Sánchez Mejía y prestanombres de este, fue quien prestó la finca a los jóvenes para que realizaran un cortometraje de terror. La mujer fue detenida a principios de mes por el delito de lenocinio.
La Fiscalía expuso en un video que “sin saberlo, los estudiantes estuvieron en un lugar de grave riesgo vigilado por una célula del Cártel Jalisco Nueva Generación”.
Gerardo “N” y Omar “N” explicaron que vigilaban la casa de seguridad junto a otras tres personas por órdenes de un mando superior del CJNG, ya que tenían conocimiento de la posible liberación por cumplimiento de condena de Diego Gabriel Mejía y tenían como objetivo neutralizar las operaciones del Cártel Nueva Plaza.
La vigilancia a La Cabaña por parte de integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación comenzó cuando se percataron del movimiento en la propiedad, sin embargo, no se trataba de la gente de El Cholo, sino de estudiantes de cine.
Las tres víctimas, acompañadas por otro compañero y otras tres jóvenes, abandonaron el inmueble el 19 de marzo y luego de detenerse por una falla mecánica en su vehículo fueron interceptados en Nuevo Periférico Oriente, entre los kilómetros 19 y 20, por dos camionetas tipo pick up de donde descendieron seis sujetos fuertemente armados.
Los agresores se identificaron como supuestos agentes de la Fiscalía y ordenaron que todos se tiraran al piso, después amagaron a Javier Salomón Aceves Gastélum y Marco Francisco García Ávalos a quienes condujeron a una de las camionetas. Más tarde hicieron que Jesús Daniel Díaz García, quien tenía una fractura, descendiera del coche para también subirlo a la camioneta, finalmente uno de los plagiarios realizó un disparo al aire. Las jóvenes recordaron que los delincuentes gritaron “¡Mujeres no!”.
Los criminales trasladaron a los estudiantes a una casa, ubicada en la calle Lechuza, donde los interrogaron, torturaron y finalmente ejecutaron. En la propiedad se encontraron armas de uso exclusivo del Ejército, así como vestimenta apócrifa de la policía y conchas de identificación falsas de la PGR. En el inmueble había rastros de sangre de Jesús Daniel Díaz García.
De acuerdo con versiones extraoficiales, lo que llevó a la ejecución de los tres estudiantes de cine fue la fuga de su otro compañero.
Las víctimas fueron trasladas sin vida a otra propiedad, ubicada en Amapola 450. En el inmueble se encontraron 46 bidones de 56 litros, ácido sulfúrico y tres tinacos con restos de esta sustancia, utilizada frecuentemente por el crimen organizado para disolver cadáveres. Ahí fueron diluidos los cuerpos de los tres estudiantes.
La Fiscalía explicó que el entorno de los estudiantes de cine no explicaba las razones de la privación de su libertad por lo que la investigación se centró sobre La Cabaña, donde se encontraron todos los antecedentes previamente descritos.
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