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Ante COVID-19, el rector Graue reconoce compromiso y lealtad de la comunidad universitaria
Ciudad Universitaria de la UNAM. Foto de Notimex / Archivo

Enrique Graue Wiechers, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), informó que la máxima casa de estudios desacelerará “el ritmo vertiginoso de su actuar” ante la contingencia en el país por el coronavirus COVID-19.

“Desaceleramos en todas nuestras funciones sustantivas: en la educación presencial, en la investigación y en la difusión de la cultura”, señaló el rector Graue en un comunicado.

Explicó que desde enero un grupo de expertos universitarios sigue el curso de la pandemia  y en atención a sus recomendaciones, “desde hace unos días nos separamos como comunidad para enfrentar y superar la emergencia sanitaria que México atraviesa”.

Agregó que el regreso a la normalidad de la vida en la UNAM será determinado por el desarrollo de la pandemia de COVID-19, tras lo cual se realizarán los ajustes necesarios para aminorar el impacto en las funciones universitarias sustantivas.

Aquí el mensaje completo de Enrique Graue:

A LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA

Desde el mes de enero, un grupo de expertos universitarios ha seguido el curso de la pandemia COVID-19. 

En atención a sus recomendaciones, desde hace unos días nos separamos como comunidad para enfrentar y superar la emergencia sanitaria que México atraviesa. 

La UNAM desacelera el ritmo vertiginoso de su actuar. Desaceleramos en todas nuestras funciones sustantivas: en la educación presencial, en la investigación y en la difusión de la cultura.

Pero la Universidad nunca se detiene:

  • En el terreno educativo y para compensar en la medida de lo posible la educación presencial, hemos puesto a disposición de la comunidad estudiantil un riquísimo campus virtual con contenidos de aprendizaje para los distintos niveles utilizando todas las herramientas tecnológicas de que disponemos para facilitar las clases virtuales y la educación a distancia.
  • En relación con la investigación, continuará aquella que, por su curso natural, no pueda ser llevada a cabo desde los domicilios de los investigadores, además de que seguiremos realizando toda aquella consustancial a la seguridad nacional.
  • Y los canales de difusión de radio y televisión; nuestras poderosas redes sociales y nuestra comunicación en general, redistribuirán cargas de trabajo y mantendrán su importantísima labor, además de informar, de manera veraz y oportuna, sobre la situación que guarda la Universidad en relación con el COVID-19.

A todas y todos ustedes, la Universidad, como siempre, les reconoce su compromiso y lealtad con la institución y con México.

Nos distanciamos físicamente entre nosotros, pero seguimos trabajando unidos, para evitar la dispersión del contagio y su propagación a una escala mayor.

Todas y todos los universitarios tenemos la responsabilidad de lograrlo.

Los grupos vulnerables, particularmente los mayores de 65 años, deben evitar el contacto con otras personas y procurar su reclusión domiciliaria, particularmente si tienen fiebre o síntomas de congestión nasal o bronquial; si éste fuera el caso, guarden reposo en su casa.

No dejen de acudir a los servicios de salud si tienen dificultades respiratorias.

Tengan presente que el COVID-19 se propaga por contacto físico; recuerden lavarse las manos con frecuencia, usar geles desinfectantes y evitar tocarse el rostro.

Es necesario contar con la participación consciente, comprensiva y comprometida de todas y todos ustedes para reducir los riesgos, protegernos mutuamente y salir adelante. Seguimos unidos y trabajando.

Lo hacemos con todas las precauciones necesarias, y haciendo extenso uso de las facilidades que nos brindan las tecnologías de la información. Estaremos permanentemente en contacto con toda la comunidad. 

Estén atentos a todas las comunicaciones oficiales que surjan de nuestra Universidad y de las autoridades sanitarias. 

El regreso a la normalidad de la vida universitaria será determinado en función del desarrollo de la pandemia y se realizarán los ajustes necesarios para aminorar su impacto en nuestras funciones sustantivas. 

La situación actual requiere que seamos cautelosos, firmes y veraces. 

Necesitamos superar el temor y la incertidumbre anteponiendo la racionalidad, el optimismo y la esperanza.

Porque esa es la esencia de nuestro espíritu, de nuestra nación y de nuestra raza.

Muchas gracias.

Con información de López-Dóriga Digital