Mientras él sale arriba en las encuestas, hay una exigencia popular pendiente además de las que arriba señalaba; educación, pobreza, corrupción, y eficacia, entre otros
El poder sin autoridad, es arrebato.
Florestán.
La seguridad, con la salud, son los dos grandes temas en los que reprueba el gobierno del presidente López Obrador.
Mientras él sale arriba en las encuestas, hay una exigencia popular pendiente además de las que arriba señalaba; educación, pobreza, corrupción, y eficacia, entre otros.
Y aunque intente meter en la conversación que la violencia va para abajo, no alcanza a acallar la sangrienta realidad: su gobierno es ya el más violento de la historia cuando al día de ayer los homicidios dolosos superaban los 161 mil desde el 1 de diciembre de 2018, con una tendencia al alza proyectada hasta los 210 mil al 30 de septiembre del año que viene, superando por mucho los 156 mil 66 en el sexenio de Enrique Peña Nieto (2012-18); 120 mil 483 de Felipe Calderón, (2006-12); 60 mil 280 de Vicente Fox, (2000-06); 80 mil 671 de Ernesto Zedillo, (1994-2000) y 76 mil 767 de Carlos Salinas, (1988-94).
Es cierto que en 2018 le dejaron la vara muy alta con el máximo de homicidios, pero están sus compromisos como candidato, presidente electo y luego constitucional, de bajarlos a cero, a reducirlos a la mitad en seis meses, al momento actual, que supera los cometidos en cada uno de los gobiernos que le antecedieron, a lo que hay que sumar los 42 mil desparecidos.
A esto agrego que con cifras del mismo INEGI, en estos cinco años asesinaron a cuatro mil 509 niñas, niños y adolescentes, un promedio de tres diarios, el quinto lugar mundial, con dos agravantes: mientras antes los mataban en fuego cruzado, ahora son blancos de ataques directos y, peor aún, en solo tres de cada diez casos hay una sentencia condenatoria, es decir, la impunidad como motor de la violencia que no resuelve con sus otros datos a los que diariamente mata esa realidad.
Retales
1. REMOQUETE.- De nuevo le volvió a salir al revés a López Obrador la ocurrencia de descalificar a Xóchitl Gálvez, cuando este miércoles, vía su vocera, la calificó como la Señora X, lo que le dio un nuevo impulso en perjuicio de las anodinas precampañas de sus corcholatas. Nunca lo vio venir;
2. ATAQUES.- Y por eso ha redoblado la campaña en su contra que ha llevado a los suyos a explotar globos en la sesión de la Permanente, al senador Gabriel García, a denunciarla por lavado de dinero al diputado Alejandro Robles, aunque dijera que no tenía pruebas, o al impresentable asesor de Claudia Sheinbaum, Víctor Romo, a acusarla de malos manejos en la Miguel Hidalgo. Todos la fortalecen; y
3. VALEMADRE.- Ese ese es el doctor Hugo López-Gatell, que con el respaldo del palacio presidencial, sigue ignorando las citas para comparecer en la Cámara de Diputados, dedicado como está, a la elaboración del programa de gobierno que le quieren imponer del próximo presidente(a) de Morena, si es que gana. Eso es lo suyo.
Nos vemos el martes, pero en privado.