Francisco Quiroz Zamora está acusado de traficar una cantidad suficiente de fentanilo para matar a 10 millones de personas
Un hombre fue acusado el martes de inundar la zona metropolitana de Nueva York con grandes cantidades de fentanilo desde México, suficiente para matar a 10 millones de personas. Lo anterior en momentos en que las sobredosis por esa droga alcanzan niveles sin precedente.
Francisco Quiroz Zamora enfrenta cargos de narcotráfico tras una investigación de la DEA, de la fiscal antinarcóticos Bridget Brennan y otras agencias policiales.
Quiroz, de 41 años, fue arrestado en un operativo encubierto a fines del año pasado cuando viajó a Nueva York para recibir un dinero por parte de un agente encubierto que se hizo pasar por narcotraficante, dijeron autoridades. Está acusado en conexión con la confiscación de 20 kilos de fentanilo realizada el año pasado en un hotel en el Bronx y en un apartamento de Manhattan usado para almacenar la sustancia.
Quiroz deberá comparecer en el juzgado el martes.
El año pasado, en casos manejados por la fiscalía antinarcóticos neoyorquina, la cantidad de fentanilo confiscada por las autoridades aumentó de 16 kilos a 223 kilos. Al mismo tiempo, las sobredosis fatales de la droga llegaron a una cifra sin precedente de más de mil 400 en la ciudad de Nueva York.
El fentanilo es una droga mucho más potente que la heroína y más barata de producir, por lo que el margen de ganancia es mucho más abultado para los traficantes que suelen mezclarla con heroína y venderla a adictos que ni siquiera saben lo que están ingiriendo, dicen autoridades.
Según el expediente, Quiroz, quien vivía en San José del Cabo, en Baja California Sur, México, enviaba las drogas por autos, camiones y mensajeros hacia Arizona y California, de donde eran transportadas a la zona de Nueva York. El año pasado, un agente encubierto haciéndose pasar por narcotraficante llamó por teléfono a Quiroz y le ofreció comprarle fentanilo por entre 45 mil y 50 mil dólares por kilo, dijeron las autoridades.
En noviembre, el acusado viajó a Nueva York para cobrar un pago del agente encubierto y fue interceptado al llegar por tren a la Penn Station de Manhattan.