En las pizarras de la Escuela de Primaria de Roka, en el centro de Kenia, aún quedan restos de la última clase que dieron en marzo sus alumnos de 5 años. Ya no hay pupitres ni libros: solo un centenar de pollos que cacarean por el heno ajenos a la lección inacabada.
septiembre 11, 2020