Muchos niños de familias damnificadas en el norte de Honduras se bañan en aguas pestilentes, aún estancadas, de las severas inundaciones que en marzo dejaron las tormentas tropicales Eta y Iota
diciembre 4, 2020
Muchos niños de familias damnificadas en el norte de Honduras se bañan en aguas pestilentes, aún estancadas, de las severas inundaciones que en marzo dejaron las tormentas tropicales Eta y Iota