Al padre Pablo González todos le conocen en la comunidad de inmigrantes en el sur de El Bronx, una de las zonas más pobres de Estados Unidos. Hace nueve años llegó desde España para llevar consuelo al espíritu y, ahora, lleva también alimentos. La pandemia del coronavirus ha desbordado las necesidades de las familias de su parroquia, que ya estaban en necesidad.
mayo 1, 2020