Patrick Hardison quedó con el rostro desfigurado después que un techo le cayera encima y le derritiera la máscara que llevaba en ese momento
Patrick Hardison, de 42 años, sufrió quemaduras de tercer grado hace 14 años mientras trabajaba como bombero en una casa móvil que se incendiaba.
El techo de la casa se desplomó sobre Hardison y causó que su máscara protectora se derritiera sobre su rostro. La máscara derretida le quemó la cara provocándole que perdiera parte de la nariz, las dos orejas, los labios y el tejido de los párpados.
El bombero pasó 63 días en el hospital después del incidente, los doctores tuvieron que trasplantarle piel de los muslos a la cara, pero su rostro quedó completamente desfigurado.
“Mis hijos se asustaban al verme. No los puedes culpar. Son muy chicos”, describió Hardison al momento en el que llegó a su casa y sus hijos lo vieron.
Los 14 años que siguieron al accidente, el bombero se tuvo que someter a 71 operaciones para tratar de reconstruir su boca, nariz y párpados.
Un amigo de Hardison que asistía a la misma iglesia que él le dijo que era doctor, que había realizado trasplantes de rostro antes y que trataría de ayudarlo.
En agosto del 2014 el bombero entró a la lista de espera para recibir el trasplante. Necesitaba un donador que tanto el color de piel, color de pelo, tipo de sangre y estructura ósea coincidiera con él.
El donador fue David Rodebaugh, de 26 años nativo de Brooklyn que murió en un accidente de bicicleta.
La operación duró 26 horas y necesitó la participación de 100 doctores. Hardison tenía 50 por ciento de probabilidades de perder la vida en la intervención, pero antes de ser operado le afirmó a sus familiares que no perdería la vida. Es el trasplante facial más largo de la historia hasta el momento.
Hardison que pasó 14 años sufriendo por no tener un rostro, afirmó que “nunca se había sentido tan bien pasar desapercibido”.
A continuación un video que explica la cirugía a la que se sometió el bombero para recuperar su rostro y su vida:
Con información de Daily Mail