Las amenazas de la invasión rusa llevaron a la Unesco a declarar patrimonio en peligro la catedral Santa Sofía de Kiev y el centro histórico de Leópolis
El comité de la Unesco decidió en la asamblea anual que se celebra en Riad inscribir la Catedral de Santa Sofía de Kiev, el conjunto de edificios monásticos relacionados y Monasterio de Cuevas de Kiev-Petchersk, así como el centro histórico de Leópolis en el listado de patrimonio mundial en peligro, por las amenazas derivadas de la invasión rusa.
Los dos textos fueron adoptados en apenas unos minutos y fueron discutidos conjuntamente pese a ser dos patrimonios diferentes, al ser “un asunto delicado”, según dijo el país anfitrión, Arabia Saudita.
La delegación de Rusia, miembro del comité de la Unesco, intervino y quiso distanciarse del informe aprobado, sobre todo por el lenguaje utilizado que “no se alinea con las guías de la convención” de la Unesco, y apoyó la decisión de inscribir los dos sitios en el listado de patrimonio en peligro.
Por otro lado, la delegación ucraniana señaló que los dos patrimonios no están en las condiciones óptimas para “garantizar los valores universales de la propiedad” debido a los bombardeos rusos contra los sitios.
“Espero que algún día cada niño de país conozca los sitios culturales, pero la realidad es que ahora cada niño sabe los nombres de cada aeropuerto militar ruso, de cada misil y de cuánto tiempo tarda en alcanzar nuestras ciudades”, dijo la delegación ucraniana en su intervención antes de cerrar el examen de los dos sitios.
Ambos bienes forman parte de la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco, en el caso de Santa Sofía desde 1990 y en el del centro de Leópolis desde 1998.
El pasado 7 de septiembre la Unesco acordó otorgar una “protección reforzada provisional” a una veintena de bienes culturales ucranianos, entre ellos estos dos.
La Catedral de Santa Sofía de Kiev, situada en el casco antiguo de la capital de Ucrania, es considerada desde 2007 una de la Siete Maravillas de Ucrania y está está rodeada de edificios monásticos de estilo barroco ucraniano de los siglos XVII y XVIII que a menudo acogen exposiciones y otros actos culturales.
Fue construida a principios del siglo XI y recibió el nombre de Santa Sofía (sagrada sabiduría) se cree que a imagen de la catedral de la antigua Constantinopla, en la actualidad Estambul.
De estilo bizantino y construida con grandes piedras naturales en granito y cuarcita rosa, Santa Sofía está presidida por el campanario de color azul suave que da entrada al complejo, coronado por trece cúpulas doradas. El interior del templo aloja 260 metros cuadrados de mosaicos y tres mil de frescos del siglo XI.
Desde febrero de 2022 la catedral de Santa Sofía es testigo de la invasión rusa de Ucrania y poco después, Ucrania pidió a Rusia, ante la Santa Sede, que no destruya la catedral.
Por otro lado, el conjunto histórico de Leópolis se extiende por la parte medieval de la ciudad y el área protegida abarca aproximadamente 3 mil hectáreas.
Su centro alberga varias catedrales medievales y otros edificios con elementos góticos, renacentistas, barrocos y de la Secesión, preservados durante las guerras mundiales, y entre sus edificios más visitados destacan la catedral de San Jorge, el Teatro de la Ópera y Ballet o el cementerio de Lychakiv.
El pasado julio, el centro histórico de Leópolis fue objetivo de un ataque ruso, el primero que se producía en una zona protegida por la Convención del Patrimonio Mundial desde el estallido de la guerra en febrero de 2022.
De esta manera, Ucrania suma tres bienes en el listado en peligro de la Unesco, después de que el pasado enero se incluyera el centro histórico de Odesa por la guerra iniciada en febrero de 2022.
Con información de EFE