En la propiedad había 9 personas, de las cuales solo una sobrevivió, se cree que los demás murieron en el Río Blanco, Texas.
Una madre de dos niños en Texas hizo una última y trágica llamada a su hermana, mientras su casa de vacaciones era arrastrada por la crecida del Río Blanco el domingo por la noche.
“Estoy en una casa. Voy flotando río abajo. Dile a mamá y a papá. Te quiero, y reza”, le dijo Laura McComb, de 33 años, a su hermana por teléfono.
La señora y sus dos hijos, Andrew de 6 años y Leighton de 4, se encuentran entre las 12 personas desaparecidas tras las inundaciones en Wimberley, Texas, el pasado fin de semana.
Las labores de búsqueda de personas finalizaron el lunes por la noche, por lo que las autoridades no tienen esperanzas de encontrar a más personas entre los restos dejados por la crecida del río.
Además de la señora y sus hijos que siguen desaparecidos, hay ocho personas que han sido confirmadas como muertas en Texas y Oklahoma. Además, más de mil hogares fueron destruidos o dañados.
En la misma casa vacacional había otras 5 personas, y se cree que las ocho están muertas. El único sobreviviente fue Jonathan McComb, esposo de Laura, quien fue encontrado agarrado a un árbol y con tres costillas rotas.
Las otras cuatro víctimas de la casa fueron identificadas como Ralph y Sue Carey, su hija Michelle Charba, su esposo Randy, y su hijo William de cuatro años.
El sobreviviente quedó separado de su familia, cuando la casa golpeó un puente y se rompió en dos pedazos.
Nadie en la propiedad se había dado cuenta del peligro, hasta que el agua empezó a inundar la casa. Para entonces ya era muy tarde, el agua había levantado el inmueble de sus cimientos.
La llamada telefónica acabó cuando Laura vio luces acercarse a la casa, pensando que era un helicóptero. Sin embargo, no se sabe qué pasó en realidad.
Con información de The Daily Mail.