El expresidente estadounidense Donald Trump sugirió que el FBI no se está tomando en serio la investigación de los intentos de asesinato
Donald Trump, expresidente de Estados Unidos y candidato republicano a la Casa Blanca, dijo hoy que Irán podría estar detrás de los dos intentos de asesinato que ha sufrido en los últimos meses, y sugirió que el FBI no se está tomando en serio la investigación.
Como saben, he sufrido dos intentos de asesinato, que sepamos. Puede que estén relacionados o no con Irán, pero es posible que sí”, declaró durante un mitin en una fábrica de Mint Hill, en el estado decisivo de Carolina del Norte.
El FBI ha informado sobre ataques informáticos de ‘hackers’ iraníes en contra de la campaña republicano pero no ha detectado pruebas de que exista una relación entre Irán y los dos intentos de magnicidio en contra del expresidente.
Trump, quien suele acusar a la Administración de Joe Biden de perseguirlo judicialmente, sugirió que no se puede confirmar la responsabilidad de Irán en los intentos de magnicidio porque el FBI no ha logrado todavía acceder a los mensajes encriptados de los agresores.
TRUMP: “We are under threat. I have been threatened very directly by Iran. […] If you do any attacks on former presidents or candidates for president, your country gets blown to smithereens.” pic.twitter.com/HHc1ZcuMH1
— Breaking911 (@Breaking911) September 25, 2024
El republicano afirmó que si fuera presidente haría “volar en pedazos” a cualquier país que estuviera detrás de un intento de asesinato contra un candidato estadounidense. “No habría más amenazas. Pero ahora mismo no tenemos ese tipo de liderazgo”, afirmó.
También criticó la presencia en Estados Unidos del presidente iraní, Masoud Pezeshkian, con “grandes fuerzas de seguridad protegiéndolo”.
El republicano no mencionó que el mandatario de Irán se encuentra en Nueva York para participar en la Asamblea General de la ONU.
El pasado 13 de julio, un hombre disparó con un rifle de asalto contra Trump en un mitin en Butler (Pensilvania), hiriéndole en una oreja. El agresor fue abatido por el Servicio Secreto, cuya entonces directora, Kimberly Cheatle, dimitió días después por los errores en la protección del exmandatario.
Dos meses después, el 15 de septiembre, otro hombre armado fue detenido en los alrededores de un campo de golf en West Palm Beach (Florida) donde estaba Trump y las autoridades hallaron una carta en la que detallaba sus planes para matar al republicano.
Con información de EFE