El actual presidente de Estados Unidos debuta con una gira de nueve días por un campo minado para la diplomacia
El primer viaje internacional de Donald Trump fue muy distinto a los que realizaron Barack Obama y George W. Bush respectivamente, los dos mandatarios que ocuparon la Casa Blanca antes que el magnate fuera el inquilino.
Obama escogió como estreno internacional un breve viaje a Canadá y Bush optó por viajar a México, sin embargo, Trump confirmó que su credo es “piensa a lo grande”.
El actual presidente de Estados Unidos debuta con una gira de nueve días por un campo minado para la diplomacia: Medio Oriente, empezando en Arabia Saudita, la cumbre de la OTAN y el G7, además de Israel y el Vaticano.
El viaje del mandatario tiene lugar en medio de una investigación, con espías rusos de por medio, y cuando ya nadie descarta nada, ni siquiera su caída.
El equipo de Trump anunció que la mejor forma de aproximarse al mandatario es con presentaciones cortas, ofrecerle acuerdos concretos que pueda publicitar enseguida y, según ha contado la prensa estadounidense, ofrecerle comidas que incluyan carne y salsa catsup.
El mandatario firmó este sábado un contrato de venta de armas con Arabia Saudita por 110 mil millones de dólares y es lo único que parece que será fácil de su agenda.
El viernes, cuando la pareja presidencial abordó el avión, llevaban en las maletas problemas como la popularidad del presidente por los suelos, las Bolsas cayendo, la posibilidad de un juicio político que ya se empieza a comentar y el Partido Republicano que empieza a revelar sus primeras divisiones en cuanto el apoyo al magnate.
A los pocos minutos del abordaje empezó a circular que la investigación sobre la trama rusa, la posible colusión de su equipo con el Kremlin para favorecer su victoria electoral, así como relaciones económicas opacas, alcanza a alguien de su círculo más cercano.
“Este viaje tiene todos los signos de un desastre en gestión, el presidente no está preparado, es reacio y está enfadado”, decía el viernes Thomas Wright, director del Centro de Estados Unidos y Europa en la Brookings Institution. “Hay muchos problemas potenciales en esta gira y el caos de las dos últimas semanas ha empeorado mucho más la situación, pueden acabar deseando haberlo cancelado”.
Por si fuera poco, no hay un lugar que Trump vaya a visitar durante su gira donde no haya creado algún especie de conflicto en el pasado.
En su giro nacionalista prometió vetar la entrada de los musulmanes en el país, dijo que la OTAN estaba obsoleta y en Europa apoyó el Brexit y pintó a la Unión Europea como un laberinto burocrático. Trump tuvo dimes y diretes con el propio papa Francisco, cuando arremetió contra el pontífice por cuestionar su fe, cuando este mencionó que rodearse de muros no era algo cristiano.
En todos estos asuntos se le ha visto cambiar el tono, pero la frialdad con la canciller Angela Merkel sigue siendo manifiesta y tampoco ha empezado bien con el nuevo presidente francés Emmanuel Macron: afirmado que los atentados en Francia jugarían en favor de la ultraderechista Marine Le Pen.
La retórica agresiva de Donald Trump parece cambiar con el estado de ánimo del magnate, por ejemplo: decidió mantener levantadas las sanciones nucleares a Irán, pese a haber maldecido mil veces el acuerdo al que llegó la Administración de Obama.
Sin embargo, lo único constante en el presidente parecen ser los vaivenes que tiene sobre distintos temas internacionales, un día la OTAN es obsoleta, pero al día siguiente ya no; un día habla de nuevos aranceles, al día siguiente ya no, pero sobre todo un tema preocupante para la comunidad internacional es Corea del Norte.
La escalada de tensión con Pyongyang inquieta a casi todo el mundo y más cuando Kim Jong-un ha dejado claro que en caso que Estados Unidos ose a atacarlos, la respuesta de los norcoreanos sería “una guerra total”, haciendo referencia a ataques nucleares.
Nadie en el mundo, ni siquiera sus más cercanos, tienen claro cuál será el siguiente movimiento del líder de Occidente, algo que inquieta a la comunidad internacional.
Con información de El País
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