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Supuesta víctima pide reabrir investigación contra Assange por violación
Foto de AFP

La abogada de la mujer que acusó a Julian Assange de violación en Suecia en 2010, indicó este jueves que iba a pedir a la fiscalía la reapertura de la investigación tras la detención del fundador de WikiLeaks en Londres.

“Haremos todo para que los fiscales vuelvan a abrir la investigación sueca y que Assange sea entregado a Suecia y juzgado por violación” indicó Elisabeth Massi Fritz a la AFP.

Al estar refugiado Assange en la embajada de Ecuador en Londres, Suecia archivó las acciones legales contra él en mayo de 2017, tres años antes de su prescripción, dada la imposibilidad de hacer avanzar las investigaciones.

La noticia de su detención por la policía británica en la embajada de Ecuador en Londres supuso “una conmoción para mi cliente”, agregó Elisabeth Massi Fritz.

“Mientras el crimen no esté prescrito, mi cliente tiene la esperanza de que se hará justicia” agregó.


Julian Assange, fundador de WikiLeaks, fue detenido este jueves por la policía británica tras ser despojado del asilo y la nacionalidad por Ecuador, en cuya embajada llevaba refugiado siete años, y enfrenta una petición de extradición para ser juzgado en Estados Unidos.

Desaliñado, con larga barba blanca y el cabello recogido en una cola, el australiano, de 47 años, fue sacado a rastras por la mañana de la legación diplomática por seis agentes ingleses que lo introdujeron en un furgón policial.

La policía de Londres “fue invitada a la embajada por el embajador” ecuatoriano, Jaime Marchán, afirmó Scotland Yard.

La plataforma WikiLeaks, famosa desde que en 2010 difundió cientos de miles de documentos secretos del ejército y la diplomacia de Estados Unidos, llevaba días advirtiendo de que su fundador iba a ser expulsado.

Pero este jueves, todo se precipitó.

Tras su detención, el Departamento de Justicia estadounidense anunció que pidió su extradición para juzgarlo por “conspiración para cometer intrusión informática” por haber ayudado a la exanalista de inteligencia Chelsea Manning a obtener una contraseña con que acceder a miles de documentos de defensa confidenciales, y luego divulgarlos.

Pese a que Assange y sus defensores temen que pueda ser condenado a la pena de muerte en Estados Unidos por traición o divulgación de secretos, Washington aseguró que solo afronta hasta cinco años de cárcel.

Esta noticia llegaba a Londres al mismo tiempo que Assange, vestido con camisa y chaqueta oscura, comparecía ante un tribunal en actitud provocadora.

Hizo un gesto a la prensa con el pulgar hacia arriba y se puso a leer el libro “La historia del Estado de Seguridad Nacional” del estadounidense Gore Vidal, antes del inicio de una audiencia en la cual fue declarado culpable de uno de los cargos: haber violado su libertad condicional británica en 2012.

El australiano rechazó ser entregado a la justicia estadounidense y permanecerá detenido en Londres hasta una vista, prevista el 2 de mayo.

Su equipo legal “impugnará y luchará” contra la extradición a Estados Unidos, dijo después a los periodistas su abogada británica, Jennifer Robison, expresando preocupación por su frágil estado de salud. Mientras el redactor jefe de WikiLeaks, Kristinn Hrafnsson, aseguraba que Assange solo es culpable de “conspiración para cometer periodismo“.

Huésped incómodo para Ecuador

Las autoridades británicas lo requerían desde hace años por violación de su libertad condicional cuando el 19 de junio 2012 entró en la embajada ecuatoriana para escapar a una extradición a Suecia por acusaciones de presuntos delitos sexuales que acabaron siendo archivadas.

Pero en cuanto llegó a la comisaría, el peor temor de Assange se hizo realidad: allí fue detenido una segunda vez “en nombre de las autoridades estadounidenses”, que habían mantenido silenciados hasta ahora los cargos contra él.

Ya en 2012, el experto informático afirmó que las acusaciones presentadas en Suecia no eran más que un plan de Estados Unidos para lograr extraditarlo y juzgarlo por la publicación de los documentos, que pusieron a Washington en un aprieto.

El entonces presidente de Ecuador, Rafael Correa (2007-2017) aceptó este argumento y tras dos meses de encierro en la embajada le otorgó el asilo diplomático en agosto de 2012.

“Ojalá me equivoque, pero es casi seguro que lo extraditan a Estados Unidos” donde “no tiene la más mínima posibilidad de tener un juicio justo”, dijo Correa este jueves a la AFP en Bélgica, donde vive desde 2017.

El exjuez español Baltasar Garzón, quien se presenta como “el coordinador de las defensas” del australiano desde julio de 2012, estimó que Assange sufre una persecución de Estados Unidos.

“Las amenazas contra Julian Assange por razones políticas, la persecución desde Estados Unidos, están más vigentes que nunca”, dijo a la prensa Garzón.

El actual presidente ecuatoriano Lenín Moreno, exaliado de Correa que se giró contra él, ha revisado prácticamente todas las políticas de su antecesor, incluida la de abierta crítica a Washington.

“Ecuador decidió soberanamente retirar el asilo diplomático a Julian Assange por violar reiteradamente convenciones internacionales y protocolo de convivencia”, afirmó el jueves Moreno.

Sus relaciones con Assange, al que acusa de injerirse en los asuntos internos de Ecuador y de otros países desde la legación, eran cada vez más tensas.

Según dos cartas difundidas por WikiLeaks a la prensa, el embajador había advertido a Assange de su comportamiento el 4 y el 20 de febrero por interferir el funcionamiento de cámaras de seguridad.

Pero lo que podría haberle costado el asilo es la sospecha de Quito de que WikiLeaks pirateó las comunicaciones de Moreno y las de su familia para filtrar fotos, videos y conversaciones privadas, que dieron munición a sus opositores entre acusaciones de corrupción que Moreno niega.

“No vamos a permitir que el Ecuador se convierta en un centro de piratería informática y no podemos permitir que actividades ilegales se desarrollen en el país ya sea para perjudicar a ciudadanos ecuatorianos o de otros países o a cualquier gobierno”, aseguró la ministra del Interior ecuatoriana, María Paula Romo.

Con información de AFP