Las rachas de viento del meteoro causaron un incidente mortal sobre la Avenida Mercer de la ciudad de Wilmington, Carolina del Norte
Casi un día después de que el huracán Florence tocara tierra en la costa este de Estados Unidos, surgieron las cinco primeras víctimas mortales.
En el primero de los casos se trató de una mujer y un niño pequeño que fueron aplastados por un árbol que cayó sobre su casa, situada sobre la Avenida Mercer de la ciudad de Wilmington, en Carolina del Norte.
El padre de familia sobrevivió, pero fue trasladado al New Hanover Regional Medical Center por heridas, en tanto que bomberos y policías locales laboran para remover el árbol.
En el segundo hecho, paramédicos del condado de Pender, también en Carolina del Norte, no pudieron auxiliar a una mujer que reportó sentirse mal, debido a que los caminos a su casa estaban bloqueados por tres árboles caídos.
De acuerdo con medios locales, la mujer fue víctima de un paro cardiaco.
En tanto, dos personas murieron en Kinston. Un hombre de 78 años se electrocutó en una residencia cuando intentó conectar dos cables de extensión afuera bajo la lluvia, dijo Dail. Su cuerpo fue descubierto por miembros de la familia.
El cuerpo de un hombre de 77 años fue descubierto por su familia el viernes por la mañana. Se cree que su muerte se debió a que el viento lo derribó mientras revisaba a sus perros de caza.
El gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, advirtió que los estragos de Florence se prolongarán por al menos 24 horas más.
Además de interrumpir el servicio de electricidad, las inundaciones podrían incluso borrar del mapa comunidades enteras, además de elevar el nivel de los ríos durante días.
“El huracán Florence es potente, lento y despiadado. Es un monstruo al que nadie invitó y que no quiere irse”, expresó Cooper.
Con información de AFP
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