La familia socialdemócrata alemana se unió alrededor de Olaf Scholz; Angela Merkel dio un espaldarazo final al candidato conservador, Armin Laschet
La familia socialdemócrata alemana exhibió una cohesión casi desconocida en torno a Olaf Scholz, lanzado hacia una victoria electoral que hace unos meses parecía imposible, mientras la canciller, Angela Merkel, dio un espaldarazo final al candidato conservador, Armin Laschet.
Laschet, presidente de la conservadora Unión Cristianodemócrata (CDU), ha estado durante la campaña electoral que hoy concluye bajo la sombra de Merkel, que al principio se mantuvo muy distante.
Das war heute bewegend für mich in meiner alten Studienstadt München so viel Zuspruch zu erleben. Ich hab an meine Eltern gedacht, die sich damals einschränken mussten, damit ich als erster von vier Söhnen hier studieren konnte. Ein schöner Abend geprägt von tiefer Dankbarkeit. pic.twitter.com/8vPn6KP9IP
— Armin Laschet (@ArminLaschet) September 24, 2021
Es necesario tomar el relevo de Angela Merkel para no echar a perder lo que se ha logrado en 16 años”, dijo Laschet al principio de su discurso en un acto en Múnich, dos días antes de las elecciones generales alemanas del domingo.
“La CDU y la Unión Socialcristiana (CSU) han sido siempre los partidos de la moderación y del centro y que logran crear puentes cuando surgen nuevos problemas”, dijo Merkel.
Merkel agregó que el bloque conservador había sido determinante en la introducción del euro, en la reunificación alemana y en la política europea.
Mientras tanto, en Colonia, el socialdemócrata Scholz optó por enumerar sus logros como ministro de Finanzas y vicecanciller en el último Gobierno de Merkel, que ha hecho que, pese a estar en otro partidos, sea percibido por parte del electorado como una especie de continuador.
Ein voller Heumarkt in Köln heute zum Wahlkampfabschluss – danke an die 2000 Besucherinnen und Besucher. Nur noch wenige Stunden bis zur Wahl. Lasst uns für eine gute Zukunft und mehr #Respekt in unserer Gesellschaft sorgen! pic.twitter.com/2NcPkj1NVT
— Olaf Scholz (@OlafScholz) September 24, 2021
Hemos salvado millones de puestos de trabajo con la jornada reducida, a la que dedicamos miles de millones”, afirmó, en alusión a una de sus decisiones como ministro de Finanzas que, ante la pandemia y para evitar el desempleo masivo, rompió con la austeridad dominante en sucesivos gobiernos de Angela Merkel.
En Múnich, Laschet también estuvo apoyado por el primer ministro bávaro y jefe de la CSU, Markus Söder, que le había disputado la candidatura común de los dos partidos y, a partir del momento en que el bloque conservador empezó a verse en desventaja en las encuestas, se convirtió en uno de los principales valedores de Laschet.
“Le daremos la vuelta a los pronósticos. Alemania no puede convertirse otra vez en un campo de experimentos para ocurrencias de izquierda”, dijo Söder.
Söder expresó su temor de que La Izquierda pueda terminar siendo parte de un Gobierno presidido por los socialdemócratas y dijo que ese partido tiene una relación distorsionada con la historia alemana y sigue sin reconocer que la extinta RDA era un régimen que atentaba contra los principios del Estado de derecho.
El fantasma de un posible tripartito de izquierdas, presidido por el Partido Socialdemócrata (SPD) y con Los Verdes y La Izquierda como socios minoritarios, ha sido uno de los caballos de batalla de la CDU/CSU en las últimas semanas.
Scholz pertenece al ala más centrista del SPD y por ello más reacia a posibles pactos con La Izquierda, pero no ha querido descartar claramente esa posibilidad.
En un sondeo publicado este viernes por el Instituto Allensbach, la ventaja del SPD sobre el bloque conservador se reduce a un punto, el 26 por ciento frente al 25 por ciento.
La encuesta coloca a los Verdes con un 16 por ciento (medio punto más sobre el sondeo precedente), a los liberales del FDP con un 10.5 por ciento (un punto más) y la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) con un 10 por ciento (un punto menos).
La Izquierda obtendría, según ese sondeo, un 5 por ciento (un punto menos), que es el umbral necesario para aceder al Bundestag (cámara baja del Parlamento alemán).
Aunque en las otras encuestas la ventaja de Scholz es ligeramente superior, todas apuntan a que se necesitará un tripartito para gobernar en Alemania, a menos que recurra a una improbable nueva edición de la gran coalición, que tendría una mayoría apretada.
Actualmente se barajan tres variables, dos lideradas por el SPD y otra liderada por la CDU/CSU.
El SPD podría formar una alianza con Los Verdes y el FDP, para la que el principal obstáculo serían las diferencias en materia fiscal frente a los liberales y entre los liberales y Los Verdes.
La otra fórmula sería la alianza con Los Verdes y La Izquierda a la que aluden permanentemente los conservadores, donde el obstáculo más grande lo forman las posiciones de esta último partido en política exterior.
La CDU/CSU, por su parte, tiene en la mira una posible coalición con Los Verdes y los liberales, lo que intentó ya hace cuatro años sin que se lograse llegar a un acuerdo.
Tanto la CDU/CSU como el SPD descartan todo tipo de cooperación con la AfD. El partido de Merkel también descarta una coalición con La Izquierda.
Con información de EFE
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