Moro aparece en tercer lugar en las encuestas de intención de voto, por detrás de Lula, que lidera los sondeos con más de un 40 por ciento de los apoyos
El exjuez y exministro de Justicia Sergio Moro anunció que desiste de ser candidato a la Presidencia de Brasil en las elecciones del próximo octubre, para las que aparecía como el tercer favorito, según las encuestas.
“Renuncio, en este momento, de la precandidatura presidencial y seré un soldado de la democracia para recuperar el sueño de un Brasil mejor”, indicó en sus redes sociales Moro, quien se hizo popular como juez por conducir los casos de corrupción de la Operación Lava Jato y llevar a prisión al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Moro aparece en tercer lugar en las encuestas de intención de voto, con un 8 por ciento, por detrás de Lula, que lidera los sondeos con más de un 40 por ciento de los apoyos, y el presidente del país, Jair Bolsonaro, que obtendría hasta un máximo de un 30 por ciento.
Su renuncia a la candidatura presidencial llega el mismo día en que oficializó que cambiaba de partido, del derechista Podemos, con el que se lanzó definitivamente a la política y se postuló como posible aspirante a jefe de Estado, a Unión Brasil (centro-derecha).
Aunque en su mensaje no especificó cuál será su destino político, todo indica que será candidato a diputado federal por el estado de Sao Paulo, el mayor colegio electoral del país.
“Brasil necesita una alternativa que libre el país de los extremos, de la inestabilidad y del radicalismo. Por eso, acepté la invitación” de Unión Brasil “para afiliarme al partido y así facilitar las negociaciones de fuerzas políticas del centro democrático en busca de una candidatura presidencial única”, argumentó Moro en su mensaje.
Moro aparecía como el mejor posicionado, a tenor de los sondeos, para encabezar esa candidatura de “tercera vía” que las fuerzas políticas de centro están intentando conformar para romper la polarización entre el progresista Lula y el ultraderechista Bolsonaro, quien aspirará a la reelección.
Sin embargo, su progresión en las encuestas se estancó en los últimos meses, quedándose en ese 8 por ciento, a lo que hay que sumar las dificultades para crear alianzas por su poca experiencia en la política.
Moro se convirtió en un símbolo de la lucha contra la corrupción en Brasil por los procesos que asumió en calidad de juez en Curitiba (sur), por los que condenó a decenas de políticos y empresarios por corrupción, en el marco de la Operación Lava Jato.
Entre ellos a Lula, quien pasó 580 días en prisión por dos condenas que luego fueron anuladas por la Corte Suprema, que posteriormente, en otro proceso, declaró que Moro actuó de forma “parcial” al juzgar al exmandatario (2003-2010).
En 2019 asumió como ministro de Justicia de Bolsonaro, pero renunció en abril de 2020 por fuertes discrepancias con el gobernante, al que acusó de intentar interferir ilegal y políticamente en la Policía Federal, aunque la corporación dijo no haber encontrado tales evidencias.
El exministro cambió de partido tan sólo un día después de que su esposa, Rosángela Moro, se afiliara a Podemos, también en Sao Paulo, con la intención de aspirar a un mandato de diputada.
Con información de EFE