Con oraciones y el repique lúgubre de campanas, los habitantes de Mississippi y Luisiana conmemoraron el sábado el décimo aniversario del día en que el huracán Katrina azotó ambos estados, y a la vez se celebró la fortaleza de una región que aún se recupera de un desastre que dejó más de mil 800 muertos y … Continued
Con oraciones y el repique lúgubre de campanas, los habitantes de Mississippi y Luisiana conmemoraron el sábado el décimo aniversario del día en que el huracán Katrina azotó ambos estados, y a la vez se celebró la fortaleza de una región que aún se recupera de un desastre que dejó más de mil 800 muertos y daños superiores a los 151 mil millones de dólares.
En declaraciones ante dignatarios en el monumento de Nueva Orleans a los muertos no reclamados ni identificados, el alcalde Mitch Landrieu recordó los días oscuros después de la monstruosa tormenta y la manera en que los habitantes de la ciudad se apoyaron entre ellos.
“Nos salvamos los unos a los otros”, declaró. “Nueva Orleans permanecerá indoblegable e inquebrantable”.
En Mississippi, las iglesias en la costa del condado Hancock hicieron sonar sus campanas al unísono el sábado en la mañana para conmemorar el día en que Katrina tocó tierra en el estado.
En Biloxi, Mississippi, miembros de la iglesia y líderes comunitarios se reunieron en un parque de béisbol de ligas menores recién construido para rendir homenaje a las víctimas de Katrina. Para la noche estaba programado un concierto en el parque con el fin de celebrar la recuperación.
Durante una ceremonia de oración en un parque a la orilla del mar en Gulfport, el exgobernador de Mississippi Haley Barbour elogió a los voluntarios que trabajaron en la recuperación tras el paso de Katrina. Dijo que más de 954 mil de ellos llegaron de todo el país a Mississippi durante los primeros cinco años después de la tormenta, y muchos iban motivados por su fe.
“Ellos pensaban que era voluntad de Dios tratar de ayudar a la gente que lo necesitaba”, declaró Barbour.
Por su fuerza, Katrina causó una marejada gigante que azotó la costa de Mississippi, arrastró embarcaciones al interior y arrasó viviendas, donde solo quedaron algunos escalones de concreto que no conducen a ninguna parte.
Varios casinos ostentosos y torres de condominios fueron reconstruidos. Sin embargo, el panorama de maleza crecida y cimientos vacíos hablan de la lenta recuperación en algunas comunidades.
Debido a grandes fallas en el sistema de diques que protegen la ciudad, las inundaciones cubrieron el 80 por ciento de Nueva Orleans el pasado 29 de agosto de 2005.
Redacción