Dina Boluarte se reunió con representantes de distintas instituciones, incluida la Iglesia católica, para insistir en que es el momento de “trabajar en unidad”
La nueva presidenta de Perú, Dina Boluarte, se reunió con el arzobispo de Lima, Carlos Castillo, en el Palacio de Gobierno para hablar del futuro de “unidad” y los retos a los que el país andino se enfrenta.
Tras jurar al cargo como presidenta, la primera mujer de la historia de Perú en ocupar esa distinción, Boluarte se reunió con los representantes de distintas instituciones de la nación, incluida la Iglesia católica, para insistir en que es el momento de “trabajar en unidad” para cerrar las brechas y desarrollar el país.
Con “sencillez y humildad”, Boluarte dijo que trabajará para “poder hacer que el Estado llegue ahí con las personas más vulnerables”, quienes dice que no pueden sufrir las consecuencias del enfrentamiento entre el Legislativo y el Ejecutivo.
En la reunión de no más de 15 minutos con el arzobispo, la presidenta aseguró que trabajará, siguiendo las enseñanzas de Jesús, por la unidad de Perú, sin que influya la polarización ideológica.
El arzobispo de la capital peruana valoró el discurso de unidad que la nueva presidenta dio este miércoles en la jura del cargo y reconoció que es una “fuente notable de esperanza” para el país.
Al mismo tiempo, Castillo aseguró que es “un honor” estar en manos de la primera presidenta de Perú, algo que reconoce no es habitual en América Latina y en el mundo en general.
“Estoy muy contento de escuchar que un gobierno de unidad nacional pueda ayudar a resolver las cosas de forma amplia”, expresó el arzobispo a la jefa de Estado.
En este sentido, el jerarca de la Iglesia solicitó unidad para fijar objetivos concretos y así solucionar los problemas reales de los peruanos.
“El hambre está ascendiendo, la sequía está creciendo, las condiciones internacionales no son tan buenas (…), necesitamos reconocer que al haber problemas tan álgidos necesitamos resolverlos ya”, dijo Castillo.
Además, el religioso reconoció a la nueva mandataria, que “en defensa de la democracia”, es ella quien “válidamente” tiene la tarea de continuar con el mando del Ejecutivo.
En cuanto al fallido intento del expresidente Pedro Castillo de disolver el congreso peruano, el arzobispo expresó su descontento al considerar que se había violado el sistema democrático.
Pedro Castillo dictó este miércoles disolver temporalmente el Congreso e instaurar un Gobierno de emergencia nacional, horas antes de que el Parlamento debatiera una moción de vacancia (destitución) en su contra que podría haberle apartado de la jefatura del Estado.
Tras la medida, tildada mayoritariamente como golpe de Estado y no respaldad ni tan siquiera por su gobierno, fue destituido por el Congreso, y arrestado por la Policía.
Con información de EFE