Minuto a Minuto

Nacional Un alemán sube al Castillo de Chichén Itzá durante fenómeno de Kukulcán y es golpeado
Después de que elementos de seguridad bajaran al sujeto de la pirámide de Chichén Itzá, la multitud lo golpeó, lo insultó y exigía su “sacrificio”
Internacional Mueren tres migrantes en su intento por ingresar a EE.UU. por la frontera sur
Tres migrantes, dos hombres y una mujer, murieron en su intento de cruzar a EE.UU. por la frontera que divide a México de California
Nacional Birmex: El personal estilo de Sheinbaum
          Tras esto, Sheinbaum ordenó la separación de los altos funcionarios involucrados y cesó a su director, Iván de Jesús Olmos para colocar a Carlos Ulloa, de todas sus confianzas
Nacional Yucatán e IMSS firman convenio para garantizar atención en unidades rurales y hospitales
El gobernador Joaquín Díaz Mena y el director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo Aburto, firmaron el documento
Nacional Marina destruye 35 plantíos de amapola en Nayarit
La quema de plantíos de amapola se realizó en inmediaciones de las localidades de Santa Gertrudis, San Rafael y Rancho Doroteo del municipio Del Nayar, Nayarit
Porto Alegre, Brasil, se prepara para una nueva crecida de ríos
Porto Alegre, Brasil, se prepara para una nueva crecida de ríos. Foto de EFE

La región metropolitana de Porto Alegre, al sur de Brasil, volvió a llamar a vecinos de diversos barrios a evacuar ante una nueva crecida de los ríos, aunque algunos se resisten a hacerlo por miedo a los robos y por no tener a dónde ir.

Después de las alertas de la semana pasada, el Ayuntamiento de Canoas, ciudad de unos 350 mil habitantes al norte de Porto Alegre, pidió por redes sociales y mediante camiones con altavoces que habitantes de siete barrios dejen inmediatamente sus casas. Otra vez.

En Niteroi, un barrio humilde, ya hay decenas de viviendas cerradas, mientras que los vecinos que aún no se han ido salen a todas horas para ver cómo está el dique que separa las calles del Gravataí, uno de los afluentes que desembocan en el río Guaíba.

“No puede pasar, es peligroso“, dice un policía en el acceso al dique, que está acordonado desde las 05:00 h.

“¡Pero, hombre, quiero monitorear el agua!”, responde indignado Óscar Gamalho, un marinero de 62 años que tiene casa en la calle de al lado.

El agua está subiendo “unos 10 centímetros cada dos horas” y el dique, dice Gamalho, “está sufriendo y puede romperse”. Por si acaso, llamó ayer a un camión de mudanza para llevarse ropa, muebles y nevera a la casa de unos familiares.

El Gobierno del estado de Rio Grande do Sul advirtió este martes de que el río Guaíba puede batir el récord histórico alcanzado la semana pasada, debido a las fuertes lluvias que cayeron en los últimos días. Las peores inundaciones que se recuerdan en la región ya han provocado más de 600 mil desplazados, 149 muertos y 127 desaparecidos.

La medición más alta, de momento es una cota de 5.23 metros, a siete centímetros del récord de la semana pasada y más de dos metros por encima de la cota de inundación, un nivel nunca visto antes y que mantiene a la ciudad anegada desde el pasado 3 de mayo.

Porto Alegre, Brasil, se prepara para una nueva crecida de ríos - brasil1-1024x683
Voluntarios rescatan a un perro en una inundación en el río Gravataí. Foto de EFE

Evacuaciones inminentes

Y parece que la pesadilla no termina. En la misma calle donde vive Gamalho, Francisco Pereira y Michelle Silveira corren de un lado para otro para prepararse para una evacuación inminente: dos mochilas llenas, bolsas con comida, y una pila doblada de mantas.

“Estamos en alerta. Cuando el agua llegue, zas… Lo único es que no sabemos adonde ir. No tenemos casa en la playa y las de los familiares o están inundadas o cerradas”, cuenta Pereira, de 40 años.

La pareja lleva días sin dormir por la amenaza del río, y él dice que ya recogió 38 carretillas de basura de un torrente cercano para evitar que las bombas que succionan el agua estancada se emboten.

“Cuando pase la tempestad, vendo el carro y construyo una segunda planta… Si viene otra inundación, lo meto todo arriba”, dice.

En el cercano barrio de Fátima, otro de los que el Ayuntamiento ha pedido evacuar completamente, Simone Teixeira, ingeniera de 38 años, lleva dos días esperando que un barco la lleve a su urbanización para recoger el computador que se dejó.

Evacuó el 3 de mayo cuando vio el agua llegar. Solo se quedaron una decena de vecinos para vigilar las viviendas ante posibles robos y los que se fueron ahora les llevan comida y agua para resistir.

“Ya han intentado entrar una vez en la urbanización“, asegura, frente a una calle medio inundada de donde salen botes y canoas.

Según Teixeira, el Ayuntamiento alertó demasiado tarde de lo que venía: “Ahora avisan, pero al principio no dijeron nada en nuestro barrio, solo que nos quedásemos tranquilos”. Finalmente, salió con el agua hasta la cintura.

Con información de EFE