El incidente ocurrió luego de que un grupo de inmigrantes rompió el cordón de seguridad para evitar ser registrados e identificados
Este miércoles, la policía utilizó gases lacrimógenos para dispersar a un grupo de refugiados que rompió el cordón de seguridad en la Roszke, Hungría, en la frontera con Serbia, para dirigirse a la autopista que conduce a Budapest.
Un grupo de unos 150 inmigrantes escapó del punto de reunión de Roszke hacia terrenos agrícolas aledaños, para evitar ser registrados e identificados por las autoridades, informó la agencia húngara de noticias MTI.
Roszke, localidad desde dónde serían trasladados a los centros de registro, es considerado por estos inmigrantes como el “Guantánamo europeo”.
Un grupo de entre 400 y 500 inmigrantes había pasado la noche en Roszke y a primeras horas de este miércoles buscaban cruzar el cordón de seguridad para trasladarse a Budapest, de acuerdo con la policía de Hungría.
La policía convenció a una parte del grupo, sobre todo a familias con niños, para ser llevados en autobuses al centro de acogida de Roszke, sin embargo el resto, especialmente hombres jóvenes, se rehusaron a ello y lanzaron objetos contra los agentes, sin causar lesiones.
Con gritos de “No Campamento” y “Budapest, Budapest”, los refugiados se dispersaron en todas direcciones, incluso muchos saltándose el cordón policial en la región de Roszke y se dirigieron a la cercana autopista que conduce a la capital de Hungría.
La reacción de los inmigrantes se debe a que pasan noches enteras al aire libre hasta su traslado, por lo que en el punto de reunión ya se han desarrollado varias protestas e intentos de escape hacia la autopista M5 que une la frontera sur con Budapest.
Inmediatamente, Hungría cerró la autopista M5 luego de que el grupo de inmigrantes se saltó el cordón policial en la zona de Roszke y comenzó a caminar por la carretera.
Redacción