En su exhortación apostólica Vive Cristo, el papa Francisco hace un llamado a los jóvenes a acercarse a Jesús, y a la iglesia a acogerlos
En su exhortación apostólica Christus vivit (Vive Cristo), el papa Francisco exhorta a los jóvenes a no “dejarse comprar” por las “colonizaciones ideológicas” de quienes los quieren volver dependientes, fracasados en la vida.
El documento fue difundido en seis idiomas además del español y lanzado en España en formato de revista e ilustrada con fotografías a color.
Vive Cristo es el resultado del Sínodo de Obispos celebrado en octubre de 2018 con los jóvenes como tema central. Por ello, el primer párrafo empieza con la frase “¡Él vive y te quiere vivo!” dirigida a dicho sector.
A decir de Jorge Mario Bergoglio, a Jesús no le gustaba que los adultos miraran despectivamente a los jóvenes, por lo que llama a la juventud a prepararse un futuro lleno de vida y riqueza interior.
“Ser joven, más que una edad es un estado del corazón”, señala. Y para acercar a los jóvenes a la Iglesia católica pide a esta reflejar al mundo el mensaje de Jesucristo, a escuchar más y abandonar una “actitud de guerra” por temas que la obsesionan.
“Una Iglesia a la defensiva, que pierde la humildad, que deja de escuchar, que no permite que la cuestionen, pierde la juventud y se convierte en un museo. ¿Cómo podrá acoger de esa manera los sueños de los jóvenes?”, dice.
Para evitar esto, el papa acepta el deseo de la juventud por debatir sobre la diferencia entre identidad masculina y femenina, la reciprocidad entre hombres y mujeres, y la homosexualidad, sin que estos temas supongan enfatizar en la sexualidad, tema que se percibe como “un espacio de juicio y condena”.
Francisco da un mayor protagonismo a los jóvenes mediante la petición de que cuando adviertan que algún sacerdote equivoca el rumbo pidiendo compensaciones afectivas, intervengan de manera inmediata y lo alienten a mantenerse en la buena senda.
“Así ustedes prestarán una invalorable ayuda en algo fundamental: la prevención que permita evitar que se repitan estas atrocidades… porque pueden aportar mucho en esta herida si ponen en juego su capacidad de renovar, de reclamar, de exigir coherencia y testimonio, de volver a soñar y de reinventar”, señala.
Al final de la exhortación, el sumo pontífice enumera las razones para confiar porque “Dios te ama. Cristo es tu salvador y él vive”. Pide involucrarse para no mirar la vida desde un balcón, pues asegura, la felicidad no se encuentra en un diván o detrás de una pantalla.
“No sean autos estacionados, mejor dejen brotar los sueños y tomen decisiones. Arriesguen, aunque se equivoquen. No sobrevivan con el alma anestesiada ni miren el mundo como si fueran turistas. ¡Hagan lío! Echen fuera los miedos que los paralizan, para que no se conviertan en jóvenes momificados. ¡Vivan! ¡Entréguense a lo mejor de la vida! ¡Abran la puerta de la jaula y salgan a volar! Por favor, no se jubilen antes de tiempo”, concluye.
Con información de Alfa y Omega
Minuto a minuto
