La OPS explicó que los altos índices de depresión y ansiedad en muchos países de América están convirtiéndose en un reto para superar la pandemia
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) afirmó que hay una pandemia de salud mental en marcha en el continente debido al aumento de casos de depresión y ansiedad por el COVID-19 e instó a reforzar los sistemas de atención en ese campo.
Mientras estamos atravesando una pandemia que sigue afectando a nuestra región, con casos de enfermedad y muertes, hemos visto una pandemia simultánea de salud mental que ha sido abiertamente reconocida en la región”, dijo la directora de la OPS, Carissa Etienne, en una rueda de prensa virtual.
Las organización explicó que se están dando altos índices de depresión y ansiedad en muchos países de América y que estos síntomas mentales y neurológicos, asociados con el postCOVID-19 están convirtiéndose en un reto para superar la pandemia.
Añadió que este periodo ha mostrado “los débiles sistemas de atención a la salud mental de los países de la región” e informó del lanzamiento de una comisión de alto nivel al respecto, que tendrá lugar el 6 de mayo para abordar esta situación.
“La pandemia ha puesto en peligro el malestar psicológico de todos nosotros”, reconoció Etienne al añadir que hay que abordar y construir mejores sistemas de salud que atiendan estos trastornos.
La semana pasada se reportaron 616 mil nuevos casos de COVID-19 en el continente americano, lo que supone un aumento del 12.7 por ciento respecto a la semana anterior, y 4 mil 200 muertes por el virus, una caída de menos del 1 por ciento.
En general, en las últimas semanas el continente ha registrado un alza en el número de contagios y hospitalizaciones, pero una disminución en las muertes.
“Es crucial que no perdamos de vista el virus sigamos su evolución y mantengamos capacidad de prueba para fortalecer medidas”, dijo la directora al subrayar la importancia de contar con una buena información que permita a cada país planear medidas de prevención y reforzar la atención hospitalaria.
La institución panamericana elogió la labor de los enfermeros, tanto en los momentos duros de la pandemia como en este periodo de vacunación, y resaltó que miles de estos profesionales han sufrido trastornos psicológicos relacionados con agotamiento, estrés y depresión.
También informaron que siguen las investigaciones sobre la alerta emitida por la Organización Mundial de Salud (OMS) el pasado 15 de abril acerca de un brote de hepatitis aguda grave, de etiología desconocida, en niños previamente sanos menores de 10 años en Reino Unido.
El coordinador de incidentes para COVID-19 de la OPS, Enrique Pérez, explicó que las hipótesis sobre una relación entre este brote, que afecta al hígado de los menores, con los efectos secundarios las vacunas de COVID-19 están “excluidas”, puesto que gran parte de los menores afectados ni siquiera habían recibido estas dosis.
Desde la alerta, se han notificado 228 casos probables del brote de hepatitis aguda grave en 20 países, la mayor parte en Europa.
“La recomendación de la OPS a los países es mantenerse informados y monitorear sus casos”, dijo Pérez al afirmar que la organización está brindando apoyo técnico en la generación y difusión de información oportuna durante el transcurso de estas investigaciones.
También recordaron la importancia de vacunarse contra el virus de la influenza o gripe, ya que cada año “causa cientos de miles de muertes”.
La OPS también aclaró que las vacunas de origen cubano, Soberana 02 y Abdala, se encuentran en el proceso para alcanzar la etiqueta de vacunas de emergencia.
Con información de EFE