Odebrecht intentó en 2014 regalarle un avión al expresidente de Panamá Ricardo Martinelli
Tacla trabajó hasta 2016 como el titular del Departamento de Operaciones Estructuradas de la compañía, la unidad de negocios especializada en comprar voluntades.
Todo valía para agasajar políticos: campañas electorales, regalos, fiestas, prostitutas. Los presidentes y jefes de Estado correspondían a la firma con contratos de obra pública, principal fuente ingresos de la mayor constructora de Latinoamérica, con 168 mil empleados y tentáculos en 28 países.
El medio español El País contacto al abogado que fue detenido el pasado noviembre por orden de un juzgado de Curitiba, Brasil. Tacla pasó 72 días en la cárcel de Soto del Real, por soborno blanqueo y pertenencia a organización criminal. El litigante se encuentra en libertad provisional.
Tacla será juzgado en España después de que la Audiencia Nacional rechazara su extradición a su país natal, Brasil.
La justicia brasileña le reclama por lavar presuntamente más de 12 millones de euros de la constructora, mientras que Odebrecht sostiene que lo contrató para blanquear las comisiones ilegales.
El abogado argumentó que solo prestó sus servicios durante cinco años y que conoció “las cañerías de la compañía” porque se dedicaba a evaluar riesgos como letrado en los países donde la constructora sobornó a decenas de políticos.
Tacla, quien colabora con el Departamento de Justicia de Estados Unidos y la Fiscalía Anticorrupción española, desveló en su primera entrevista las claves del mayor escándalo de América.
La bomba política cargada de metralla ya salpica a los presidentes Michel Temer de Brasil, Juan Manuel Santos de Colombia o Danilo Medina de República Dominicana.
Ex mandatario como Ollanta Humala de Perú o Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil tampoco se salvan de esta bomba.
Pregunta. ¿Cómo actuaba Odebrecht?
Respuesta. La constructora lo arreglaba todo pagando. Repartía comisiones al funcionario más bajo de la Administración y al jefe de Estado.
Tacla comenzó hablando de cómo era su aproximación al poder: “El primer contacto se establecía en la campaña electoral. Odebrecht corría con los gastos del marketing político de los candidatos. Tenía un acuerdo con el publicitario João Santana (responsable de las exitosas campañas de los ex presidentes brasileños Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff). La constructora sugería después las obras que se incluían en los planes de gobierno”.
Los políticos devolvían el favor cuando alcanzaba el poder, “el dirigente incluía en su plan de Gobierno las obras que le interesaban a Odebrecht. La constructora, en algunos casos, asesoraba a los países sobre cómo conseguir financiación a través de organismos como el Banco Mundial o el Banco Interamericano de Desarrollo (BID)”.
Odebrecht sobornó “a más de mil” funcionarios, candidatos y presidentes, “a través de la firma, cobraron desde gerentes de empresas públicas a jefes de Estado. Solo en Brasil hay 500 personas afectadas. Y existen políticos y altos funcionarios brasileños cuyos nombres todavía no han trascendido”.
Tacla confirmó que la constructora pagó sobornos en especie: “Odebrecht intentó en 2014 regalarle un avión al expresidente de Panamá Ricardo Martinelli. El político lo rechazó. La constructora quería quedar bien con Martinelli y con el candidato de su partido (el oficialista Cambio Democrático) que concurría a las elecciones generales de 2014, José Domingo Arias, Mimito”.
Odebrecht también organizaba fiestas, enviando mujeres desde Brasil a celebraciones con políticos en Panamá y República Dominicana. Era la forma de la constructora de expresar su agradecimiento. Aunque luego eso también se convertía en un chantaje.
Se hacían fotos en las fiestas y se guardaban.
“El responsable de Odebrecht en Panamá, André Rabello, sabía cómo utilizar esas fotos. Rabello también manejaba información sobre las esposas y las relaciones extraconyugales de los políticos panameños. La constructora hacía regalos a sus mujeres”, explicó.
Con información de El País
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