
La presidenta suspendida de Brasil llamó a sus simpatizantes para movilizarse en las calles contra lo que llama “golpe” contra su gobierno
Dilma Rousseff siguió acusando que la suspensión de su mandato fue un golpe de Estado, y amenazó con que el presidente interino, Michel Temer, podría convertirse en un gobierno represor.
La presidenta suspendida de Brasil acusó a sus opositores políticos de cometer un golpe de Estado, puesto que ella había sido electa democráticamente por el pueblo.

Por lo contrario, Michel Temer no fue electo popularmente, lo que consideró es el mayor riesgo de este gobierno interino, el cual podría reprimir a los movimientos populares en contra del juicio político, dijo Rousseff.
“El mayor riesgo para el país es ser dirigido por un gobierno ‘sin voto’. Un gobierno que no fue electo por el voto directo del pueblo brasileño, que no tiene legitimidad. Es un gobierno que nace de un golpe, de un impeachment fraudulento, una especie de elección indirecta”, aseguró Rousseff.

La mandataria brasileña que se encuentra en suspensión por 180 días pronunció un discurso de 14 minutos en el Palacio de Planalto, en Brasilia, así como otro frente a sus simpatizantes que acudieron a apoyarla.
“Desde que fui electa, parte de la oposición, inconforme, pedía el reconteo de los votos, intentó anular las elecciones e inició a conspirar con el único objetivo, tomar a la fuerza lo que no conquistaron en las urnas. Mi gobierno ha sido blanco de constante sabotaje”.

Asimismo, Rousseff llamó a sus simpatizantes para mobilizarse “en contra del golpe”, “unidos y en paz”, para que el mandato continúe hasta el 31 de diciembre de 2018, cuando termina su mandato constitucional.
Finalmente, recordó que ella fue víctima de la tortura durante la dictadura militar brasileña, que tuvo lugar en los años 70 y 80; y que ahora también está sufriendo una injusticia.
“Ya viví el dolor indescriptible de la tortura, de la enfermedad y ahora sufro el dolor innombrable de la injusticia. Ese es un proceso débil, jurídicamente inconsistente, injusto, desencadenado contra una persona honesta e inocente. Es la mayor brutalidad que puede ser cometida a un ser humano, castigarlo por un crimen que no cometió”, dijo. “No existe injusticia más avasalladora que condenar a un inocente”.

Con información de O Globo